El Gobierno salva a Alcoa y Ferroatlántica de los cierres masivos
El Ejecutivo incluye en el listado de industrias "esenciales" que pueden seguir operando desde el lunes a la electrointensiva y la siderúrgica
El Consejo de Ministros extraordinario de este domingo da una vuelta de tuerca al estado de alarma y restringe todavía más el número de empresas que pueden mantener su actividad. De estos recortes se quedan al margen la industria de la alimentación, la química o el textil que fabrique mascarillas o batas, pero también la industria electrointensiva.
Acaba de anunciar o goberno que exclue ás electrointensivas do paro obrigatorio. 👏👏👏.
O contrario sería negativísimo para o futuro inmediato de Alcoa que sigue a pagar a falta de competitividade enexética do noso país. #alcoanonsepecha— Javier Jorge Castiñeira (@JavierJorgeCas2) March 29, 2020
Así se lo ha confirmado el Gobierno a los alcaldes de la Mariña lucense con los que ha mantenido diferentes reuniones por vía telefónica desde ayer por la noche. De esta forma, el Ejecutivo central permite que los trabajadores de la industria electrointensiva y siderúrgica continúen yendo a sus centros de trabajo para impedir una parada de producción que podría agravar los problemas que atraviesa una industria que ahora ve cómo el estatuto con medidas para recortar su factura energética queda en stand by con la emergencia sanitaria.
De Alcoa a Celsa y Ferroatlántica
La decisión de considerar esta actividad como “esencial” supone un balón de oxígeno para el complejo de Alcoa en San Cibrao (Cervo) o la planta de Alu Iberia en A Coruña (que estará una semana más cerrada tras el fallecimiento por coronavirus del sindicalista José Luis Paz Pena, que había estado en contacto con personal de la planta). También para la factoría de Ferroatlántica en Sabón, el antiguo complejo de Ferroatlántica en Cee-Dumbría (ahora controlado por TPG y rebautizado como Xeal), Celsa o Megasa.
Un hipotético cierre drástico de las instalaciones, además de asestar un nuevo golpe a la cuenta de resultados de estas plantas (la medida tendría un coste de 300 millones de euros para el complejo de San Cibrao), que operan en continuo (las 24 horas del día), se toparía con dificultades técnicas. Y es que el proceso de apagado de las cubas de electrolisis en el caso de Alcoa en San Cibrao podría extenderse durante varias semanas.