No solo es un problema de dinero o de afrontar una posible reclamación. También afecta directamente a la imagen de Navantia, grupo que compite por concursos internacionales. Eso debió pensar la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, quien dio por buenas las explicaciones de los astilleros públicos respecto al hundimiento de la fragata KNM Helge Ingstad, ensamblada en Ferrol. Sin entrar a valorar el informe preliminar de la investigación noruega, Calvo destacó el «prestigio que tiene Navantia en el mundo» y valoró positivamente la respuesta dada por la empresa respecto al supuesto fallo de seguridad.
«Yo creo que Navantia ha dado una respuesta correcta acerca de su propia autoevaluación y, por lo demás, a nosotros solo nos toca, como siempre hacemos, estar en las condiciones de entendimiento y de protección del prestigio que tiene Navantia en el mundo, porque nos lo creemos», afirmó en la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros.
La importancia para España del sector naval
Calvo recalcó que de acuerdo a la respuesta de Navantia, «la construcción de esa fragata y otras cinco más está en los términos absolutamente correctos«, desde el punto de vista «del diseño» y «de la calidad de lo que han vendido».
«Navantia es muy importante en el mundo, nuestro país tiene algunos comercios, sobre todo en este caso de construcción naval y aeroespacial, muy importantes y con un sello de prestigio muy importante», añadió.