El Gobierno presume de apoyar la venta de Alcoa tras dar la espantada
La ministra de Industria acepta la reunión urgente solicitada por los trabajadores, mientras el delegado del Gobierno en Galicia asegura que la SEPI “no se queda al margen” de la venta de Cervo
Este jueves, en la reunión de seguimiento de la mesa de Alcoa San Cibrao, los representantes del Gobierno central evidenciaron lo que muchos ya temían desde hace semanas. Con seis pretendientes potentes sobre la mesa, la intención del Ejecutivo no pasa ya por triangular la venta de la factoría de aluminio primario de Cervo a través de la SEPI, la Sociedad Estal de Participaciones Industriales. La decisión no gusta ni a Alcoa, que siempre ha defendido que vendería, pero solo al Estado, ni a los trabajadores, que creen que es la única fórmula para evitar que se pueda repetir una venta en falso, como la que ocurrió con las actuales plantas de Alu Ibérica en A Coruña y Avilés. Ante las críticas, los representantes del Ejecutivo central insisten en que no se están desentendiendo de un proceso que mantiene en vilo a más de medio millar de trabajadores en A Mariña lucense.
De momento, la ministra de Industria, Reyes Maroto, ha accedido a la reunión que ha pedido de forma urgente el comité de empresa de Cervo tras la última mesa multilateral. Los representantes de los trabajadores también han pedido que esté presente el vicepresidente económico de la Xunta, Francisco Conde, que indicó su disposición.
«La SEPI no se queda al margen»
Fue el delegado del Gobierno en Galicia, José Miñones, quien esta jornada confirmó la reunión de la ministra Maroto a la vez que insistió en que la SEPI “no se queda al margen” del proceso de compraventa. Al contrario, aseguró que “está más implicada que nunca”.
Miñones, no obstante, aclaró que esta sociedad pública “no puede ser el refugio de una empresa que está jugando con el empleo de muchas familias y que quiere aprovecharse de la buena voluntad y esfuerzo de las administraciones».
«Va a estar ahí para ayudar»
En este sentido, ha ratificado que el Ejecutivo va a estar «al lado de los trabajadores» y «a defender la actividad industrial». «La SEPI va a estar ahí para ayudar, para colaborar, para acompañar, para mediar, pero está claro que hay empresas que están interesadas en la compra y Alcoa tiene o bien que seguir con un proyecto industrial solvente o bien vender y no enredar más», resolvió.
Miñones apuntó a que la sentencia sobre las plantas que ahora son de Alu Ibérica en A Coruña y Avilés son «un aviso» para la multinacional estadounidense. Sin embargo, para muchos, es precisamente el fallo de la Audiencia Nacional que responsabiliza a Alcoa del declive de las plantas gallega y asturiana lo que provoca que los americanos insistan en vender la factoría a la SEPI, precisamente para blindarse ante eventuales reclamaciones.