El Gobierno ofreció comprar las dos fábricas de Alcoa en Lugo
La oferta de la Sepi para adquirir la fábrica de aluminio incluía una opción de compra sobre la planta de alúmina
El Gobierno estaba dispuesto a hacerse con la fábrica de aluminio de Alcoa en San Cibrao para facilitar la venta a Liberty, pero también con la de alúmina, ubicada en el mismo complejo industrial y uno de los grandes focos de conflicto entre la multinacional norteamericana y el grupo británico.
El Ejecutivo, que tomó la iniciativa ante el atasco en el diálogo entre Alcoa y Liberty, planteó hacerse con la planta de aluminio para traspasarla de inmediato al conglomerado de Sanjeev Gupta, pero reservándose una opción de compra sobre el centro de alúmina. Esto le permitiría tener derecho preferencial en caso de que Alcoa decidiera en el futuro desprenderse también de este activo, el último que le quedará en España si cierra la fábrica de aluminio.
La compañía de Álvaro Dorado no está sola en la fabricación de alúmina, ya que la planta cuenta con un socio australiano, Alumina Limited, que controla el 40%. Según reconoció la propia Alcoa en un comunicado, “el Gobierno también hizo propuestas en los últimos días a través de la Sepi (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales), pero sus también incluyen una serie de cuestiones que impiden llegar a un acuerdo en condiciones comerciales razonables; entre ellas, aunque no exclusivamente, la solicitud de derechos preferenciales sobre la refinería”.
Liberty había pedido el mismo trato y también un contrato de suministro de alúmina de 20 años que Alcoa rechazó por considerarlo fuera de las prácticas del mercado.
Los trabajadores piden que Alcoa negocie con la Sepi
El comité de empresa ha pedido en la tarde del lunes a la multinacional que amplíe las negociaciones con la Sepi, de manera que se abra un plazo para intentar cerrar la venta al grupo público, dueño de Navantia o Correos.
El presidente del comité, Juan Antonio Zan, denunció que Alcoa intentó condicionar la venta de la fábrica al Gobierno a la aplicación de un ERTE o un ERE a los trabajadores sin informar a estos de ello. «El ERTE en la planta de aluminio significa lo mismo que el ERE porque es parar cubas y, si paras las cubas, matas la planta igual (…). Es un despido en diferido», sentenció Zan.
