El Gobierno inaugura su fondo de rescate a pymes con una histórica proveedora de Inditex
La pontevedresa Martínez Otero y la valenciana Lladró reciben las primeras ayudas del fondo público que gestiona Cofides para recapitalizar empresas afectadas por la pandemia
Una histórica proveedora de Inditex con base de operaciones en A Estrada (Pontevedra) inaugura, junto con la empresa valenciana de productos de porcelana Lladró, las primeras ayudas del fondo público que gestiona Cofides, dotado con 1.000 millones de euros, para recapitalizar sociedades de mediano tamaño afectadas por la pandemia. En concreto, la gallega Martínez Otero, una compañía de carpintería especializada en proyectos de interiorismo y que destaca por su trabajo para el sector del retail y el hotelero, recibirá un montante total de 4,1 millones.
Esta suerte de rescate ejemplifica el golpe que supuso el Covid para muchas de las grandes proveedoras del textil en general y de Inditex y otras compañías españolas en particular.
Compañía clave par su comarca
Según explica la Compañía Española de Financiación para el Desarrollo (Cofides), el grupo Martínez Otero recibirá un préstamo participativo de 2,4 millones de euros y otro ordinario de 1,7 millones. La idea de este nuevo fondo Covid es la “promover la recuperación económica de empresas medianas que, siendo viables, sufrieron de manera muy aguda el impacto de la crisis del coronavirus”.
La ministra de Industria, Reyes Maroto, destacó que, en Galicia, “el fondo se dirige a una empresa que articula todo el tejido productivo en la comarca de A Estrada”. Una compañía, apunta “que se ha modernizado, ha invertido en tecnología y que se ha internacionalizado, pero que cuando llegó la pandemia se encontró con dificultades y puso en riesgo su supervivencia. Con esta financiación, se garantiza el empleo y sus capacidades productivas”.
De Zara a los hoteles cinco estrellas
Pero, ¿cúales son las cifras de Martínez Otero? La compañía, fundada en 1942 con María Martínez Otero como un taller de ebanistería, tiene su principal centro productivo en A Estrada, aunque también cuenta con otras dos plantas de producción de metales y superficies en Pontevedra, así como almacenes logísticos en A Coruña. Se trata, destaca Industria, del mayor empleador de su comarca, ya que da empleo a más de 300 personas de forma directa y posee una red de más de 2.000 proveedores a nivel local, regional e internacional. Cuenta con filiales en Marruecos, Santo Domingo y Estados Unidos (en Delaware) y, según expone, ha realizado proyectos en más de 500 ubicaciones distintas del globo.
Entre sus clientes, según se puede ver en su propia página web, se encuentra no sólo el gigante Inditex, sino otras grandes del textil gallego, como Bimba y Lola o Sociedad Textil Lonia, que explota las marcas Carolina Herrera y Purificación García. Con trabajos realizados para Loewe, Emporio Armani, Scalpers o Desigual, en su segmento de negocio centrado en hoteles de cuatro y cinco estrellas destacan proyectos para Barceló, Radisson o Ritz, entre otros. Barcelona, Madrid, Ibiza, República Dominicana o Costa de Marfil son algunos de los emplazamientos en los que ha desarrollado sus labores de interiorismo.
Pérdidas el año de la pandemia
Según las últimas cuentas consolidadas de Martínez Otero Contract, los pontevedreses cerraron el año de la pandemia con un patrimonio neto de seis millones de euros frente a los ocho que presentaban en 2019. Debido a la paralización de actividad que trajo la explosión del coronavirus, la cifra de negocio retrocedió un 34,8%, al pasar de 58,3 a poco más de 38 millones de euros. El grupo cayó en unos números rojos de 1,9 millones de euros, frente a los beneficios netos de 568.000 euros contabilizados en la etapa prepandémica. El resultado antes de impuestos fue de 2,3 millones de euros en negativo.
El año del Covid, la deuda a largo plazo de Martínez Otero se incrementó desde los 3,6 a los 11,5 millones de euros, mientras que la deuda a corto se redujo, de 15,2 a 10,8 millones de euros. En su memoria, y en línea con lo indicado por la titular de Industria, la firma, a pesar de la contracción económica, realizó inversiones en su negocio por valor de 229.000 euros. Además, también computa un gasto de 767.000 euros en actividades de innovación tecnológica.
En la comunidad gallega, muchas de las históricas compañías proveedoras del textil, que durante años construyeron las tiendas del grupo Inditex y otras firmas, afrontan una etapa de reconversión. Al margen del golpe que supuso el cierre de establecimientos por causa del Covid, la tendencia en el sector, de menos tiendas y mayor apuesta por el ecommerce, obliga a explorar nuevos horizontes.
Las proveedoras del textil cambian el rumbo
Los ejemplos no son pocos. Cándido Hermida, histórico carpintero de Inditex con base de operaciones en Narón (A Coruña), cerró el ejercicio 2020 con unas pérdidas de cuatro millones de euros, frente al negativo de 2,9 millones de la etapa prepandémica. La compañía espera incrementar sus números este ejercicio pero, según su memoria anual, el segmento de negocio en donde más se notará la subida de ingresos este 2021 no será el del retail, sino el centrado en proyectos singulares del naval.
Lo mismo ocurre con la antigua Caamaño, en manos de grupo vasco Kider: durante décadas medró a la sombra de Zara, montando sus tiendas por todo el mundo. Hace unas semanas, anunció que pretende dar un impulso a su área de construcción civil. “La empresa mantendrá el foco puesto en el retail sin renunciar a otras áreas de desarrollo de negocio, como la obra civil, la edificación o las energías renovables”, dijo.