El Gobierno duplica su medida estrella para salvar Alcoa: 170 millones
El Consejo de Ministros acuerda elevar de 90 a 172 millones de euros la cuantía de sus ayudas a la industria electrointensiva por la emisión de CO2
El Gobierno central mueve ficha en la crisis de la industria gallega. A falta de concretar el estatuto eletrointensivo, todavía sin fecha, el Consejo de Ministros ha aprobado elevar a 172,2 millones de euros su partida dedicada a subvencionar a la industria en compensación por los costes de emisión de CO2 a la atmósfera.
De esta forma, el Ejecutivo central casi duplica la cuantía respecto a los 91 millones que aprobó el pasado 29 de marzo ante la crisis que atraviesa la industria electrointensiva como consecuencia de su elevada factura energética.
De viernes sociales a viernes industriales
La ministra de Industria en funciones, Reyes Maroto, señaló en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros que con la autorización de esta ampliación, «el Gobierno cumple su compromiso de apoyar a los sectores industriales y refuerza la competitividad de las empresas más intensivas en consumo de electricidad, y por tanto más sensibles a los costes eléctricos».
«Estas ayudas son especialmente importantes en el contexto actual, al no haberse podido aprobar el Estatuto del Consumidor Electrointensivo por encontrarse el Gobierno en funciones», se ha excusado Maroto, que ha revelado que desde el mes de junio de 2018 (momento en el que Pedro Sánchez es investido presidente del Gobierno), el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, ha otorgado compensaciones por costes indirectos por valor de 256 millones de euros.
Petición histórica de la industria
Este instrumento, el de las ayudas por emisiones de CO2 estaba incluido en el borrador del Estatuto del Consumidor Electrointensivo, que se encuentra paralizado desde el varapalo que recibió por parte de la CNMC, y que tenía como finalidades proporcionar un marco de estabilidad y potenciar el crecimiento económico y la competitividad de la industria.
El aumento en las compensaciones por los costes indirectos por las emisiones de CO2 es una de las peticiones históricas de la gran industria como Ferroatlántica, Alcoa o Aluiberia para conseguir un precio energético competitivo.