El Gobierno dispara a Parter: no se fía del nuevo dueño de Alu Ibérica
Industria exige a Parter que verifique la solvencia de Grupo Riesgo, a quien traspasó la mayoría accionarial de la antigua planta de Alcoa en A Coruña
Primera reunión de la retomada mesa de seguimiento de la venta de Alcoa con fuerte reprimenda para Parter, el fondo que se hizo con las factorías del grupo americano en A Coruña y en Avilés en 2019. La decisión unilateral de los suizos de vender la mayoría accionarial ambas plantas a Grupo Riesgo, que ya participó en el proceso de puja por ellas, motivó la reactivación urgente de este órgano de fiscalización en el que está presente tanto el Gobierno, representado a través del Ministerio de Industria, como Xunta de Galicia y Principado, empresa y sindicatos. Todos los actores implicados, a excepción de Parter, han puesto en cuestión la solvencia de Riesgo, un conglomerado de empresas con intereses en el sector logístico, químico y farmacéutico que se ha hecho con el 75% de Alu Ibérica (la firma que constituyó Parter para controlar las antiguas factorías de Alcoa).
En una reunión que se ha extendido durante tres horas, el secretario general de Industria, Raúl Blanco, ha reclamado a Parter “que respete la legalidad, el contrato suscrito con Alcoa y los compromisos asumidos hasta 2021”.
¿Podrán cumplirse los compromisos?
Y es que cuando Parter se hizo con las fábricas de Alcoa en A Coruña y Avilés lo hizo asumiendo una serie de compromisos, como que durante al menos dos años debía mantener la actividad, la plantilla y las condiciones laborales de los más de 600 trabajadores de ambas factorías. A pesar de participar en una puja con varios interesados, tan solo tres meses después de la adjudicación, Parter comenzó a negociar la entrada en el capital de Alu Ibérica de Grupo Industrial Riesgo, que este mes anunció que se hacía con el 74,5% de las factorías. Parter defiende que, al mantenerse esta en el capital de la compañía, no hay incumplimiento en el contrato. No lo ve así Alcoa que, si bien no estuvo presente en la mesa de negociación, considera que el acuerdo de compraventa no se cumple con este nuevo giro de guión.
Al margen del incumplimiento o no del contrato firmado en 2019, las partes implicadas parecen no fiarse del nuevo comprador. Según fuentes conocedoras de la reunión, Blanco solicitó a Parter garantías sobre la viabilidad de ambas plantas y el mantenimiento de los puestos de trabajo pero, además, le instó a verificar la solvencia de Grupo Riesgo, que se ha comprometido de forma pública a llevar a cabo una inversión millonaria en ambas plantas.
Un nuevo actor en escena
Según las mismas fuentes, a pesar del cuestionamiento de todos los presentes, los representantes suizos han respondido que confían plenamente en los nuevos inversores. La mesa de seguimiento de la venta de las factorías se ha celebrado de forma telemática. Las partes han quedado en que volverán a verse, aunque no han fijado fecha.
Y todo esto, un día después de que el fondo alemán Quantum haya manifestado que mantiene su interés por hacerse con la planta aluminera de Avilés que Alcoa finalmente vendió el pasado verano a Parter, y que ahora ha sido de nuevo traspasada al Grupo Industrial Riesgo.
El comité de A Coruña, indignado
El resultado de la reunión no ha agradado a los trabajadores. El presidente del comité de empresa de Alu Ibérica en A Coruña, Juan Carlos López Corbacho, ha calificado la cita de «jarro de agua fría». «El ministerio no ha aclarado si esta compraventa va a salir adelante ni cuál va a ser el futuro de la planta, porque Parter mintió a todos y obró de manera oscura, tratando de engañar», dijo.
Según Corbacho, Parter habría reconocido que a los pocos días de hacerse con las plantas «ya estaba negociando un traspado de las mismas a Grupo Riesgo, pero no lo había comunicado debido a un acuerdo de confidencialidad«.
«No vamos a olvidar nunca que el Gobierno dijo que esta iba a ser la solución, y ahora que lo han engañado, aquí no aparece un informe de nadie, de la solvencia de esta gente, de nada», censura el trabajador. «Se ha causado un gran perjuicio para los trabajadores, que no hemos visto ni una sola inversión en nueve meses desde que Parter se hizo con las plantas», añade.