El Gobierno de México anula obras millonarias de Slim y Vázquez Raña
La cancelación del nuevo aeropuerto de México castiga al millonario de origen gallego Olegario Vázquez Raña, a Carlos Slim y a las españolas Acciona y FCC
De Olegario Vázquez Raña, el millonario de origen gallego que invita a Carlos Slim a su pueblo natal en Avión (Ourense) durante los veranos, siempre se ha dicho que era un empresario próximo al poder, pero en esta ocasión el nuevo Gobierno de Andrés Manuel López Obrador le ha hecho un flaco favor. La cancelación del proyecto estrella de Enrique Peña Nieto, la construcción del nuevo aeropuerto internacional de México (Naim) por 13.300 millones de dólares, ha golpeado de lleno a su constructora Prodemex, así como al resto de adjudicatarios de las millonarias obras, entre los que estaban las españolas Acciona, FCC, Sacyr o Aldesa.
Nada en especial tiene López Obrador contra los Vázquez Raña. De hecho, el hijo del empresario de origen ourensano fue designado entre el grupo de empresarios que asesorará en materia económica al nuevo presidente. La cancelación del proyecto se debió a una consulta popular impulsada por el nuevo Ejecutivo, muy polémica tanto por su formulación como por la baja participación ciudadana.
Dos contratos que sumaban 4.000 millones
La anulación de la nueva infraestructura dejó sin contratos millonarios a la constructora Prodemex, una de las empresas de Olegario Vázquez Raña, cuyo diversificado negocio extiende sus intereses también por el sector hotelero (Hoteles Camino Real), los medios de comunicación (Excelsior, Grupo Imagen), o la banca. Grupo Empresarial Los Ángeles es la firma de cabecera del millonario oriundo de Avión.
La empresa de Vázquez Raña se había hecho con el principal contrato de la infraestructura, la construcción del edificio terminal por 3.710 millones de euros. La adjudicación recayó sobre Prodemex; las empresas de Carlos Slim ICA y Carso; y las españolas FCC –también controlada por Slim– y Acciona.
Los Vázquez Raña se habían llevado otro pellizco con la adjudicación de la pista 3 del aeropuerto, un contrato de 332 millones de euros a repartir en un consorcio de firmas mexicanas entre las que volvía estar Cicsa, la empresa de Carlos Slim, además de ICA, La Peninsular y Hermes.
Andrés Manuel López Obrador
Los Vázquez Raña aceptan la decisión
Aunque parte de las obras, concebidas para aliviar al sobrecargado aeropuerto de Ciudad de México, ya habían movilizado inversiones de las constructoras, la empresa de Olegario Vázquez Raña aceptó la cancelación de los contratos.
Así lo manifestó su director general, Antonio Boullosa, quien tras el consejo de administración de Prodemex aseguró que acatarán la decisión del nuevo Gobierno y de la consulta popular. “Nuestro compromiso con el país no cambia. Estamos totalmente abiertos en el diálogo que vamos a tener con el próximo Gobierno en lo que se refiere a la cancelación de los contratos del nuevo aeropuerto. Estoy seguro que surgirán acuerdos satisfactorios y todo lo que se determine será para bien del país”, declaró al medio mexicano Excélsior.
La intención inicial de López Obrador es llegar a acuerdos con las empresas en materia de compensaciones o bien redireccionar los contratos adjudicados hacia nuevas obras en Santa Lucía, la ubicación preferida por el presidente, que tomó posesion el 1 de diciembre, para el nuevo aeropuerto. Por el camino se queda el mayor proyecto de obra pública de las últimas décadas en México, 4.400 hectáreas en el lecho del antiguo lago de Texcoco.
Avance de las obras en el nuevo aeropuerto de México (Naim)