El gigante brasileño Votorantim controla desde Galicia un imperio del cemento

Gestiona Corporación Noroeste y cerca de cien centros de producción en Europa, Asia y África a través de un 'holding' con sede en Vigo

La irrupción de Votorantim en el mapa gallego del cemento ha cambiado la radiografía del sector. En una operación a dos bandas, la compañía brasileña llegó a un acuerdo cerrado en 2012 con el grupo carioca Camargo Correa para hacerse con los activos de Cimentos de Portugal (Cimpor) en España, entre ellos, la gallega Corporación Noroeste, un grupo con sede en Vigo del que cuelgan 15 sociedades repartidas por el Estado.

Pero no solo eso. En la operación, Votorantim se hizo con el control de 22 plantas de cemento, 78 centros de producción, 22 plantas para la fabricación de agregados y seis unidades de mortero que se despliegan por Turquía, Marruecos, Túnez , India y China, además de España, sumando 15 millones de toneladas métricas a su capacidad de producción mundial. Todo ese imperio tiene como brazo en España a Corporación Noroeste y en el resto de países a la filial con sede en Vigo, Votorantim Cimentos EAA Inversiones.

Activos valorados en 420 millones

En los resultados trimestrales de Votorantim, presentados esta semana, explica cómo se hizo con Corporación Noroeste y, de paso, da buena cuenta de los extraños caminos que ha seguido la compañía fundada por la familia Fernández López en los años 50 para elaborar cemento aprovechando los yacimientos de caliza de la provincia de Lugo.

Votorantim traspasó su participación en Cimpor, la compañía portuguesa que controlaba la cementera gallega, al máximo accionista, el Grupo Camargo Correa. Tenía un 21,21% de las acciones valoradas 681,5 millones de euros. La transmisión de los títulos tuvo como contrapartida que Votorantim pasase a controlar Corporación Noroeste así como centros en siete países que antes pertenecían a Cimpor.

La empresa brasileña, que comenzó su proceso de internacionalización en 2001, consideró la operación un paso clave para aprovechar las economías de escala y abrir nuevos mercados. Prevé que le reporte un beneficio de 772 millones de euros a su balance anual y se compromete a “apoyar financiera y patrimonialmente a Corporación Noroeste en caso de que sea necesario”.

Al rescate de Corporación Noroeste

Y probablemente será necesario. La propia Corporación Noroeste reconoce queseguirá empeorando sus números este año, tras cerrar 2012 con pérdidas de 320,4 millones de euros, un resultado que multiplicó por 14 los números rojos del año anterior, 22,8 millones de euros.

Así, explica el grupo en la cuenta de resultados depositado en el Registro Mercantil, el mercado del sur (tiene centros en Andalucía y Extremadura) caerá un 27,7%, el insular (Islas Canarias) descenderá un 8,7%, mientras que en el mercado del norte, incluida Galicia, el consumo se contraerá un 13%. Todos los augurios apuntan a que la cifra de negocio del grupo seguirá a la baja, tras reducirse en casi seis millones en el pasado ejercicio (20,8 millones frente a los 26,3 de 2011).

La situación es más que delicada. La histórica Corporación Noroeste reconoce que sin el apoyo financiero de Votorantim no podría salir a flote. En el último año, ha desarrollado un proceso de ajuste para “adecuar” los costes productivos a la caída de la demanda. Básicamente, recortes en personal y paralización de cementeras, moliendas y canteras que provocaron, entre otros efectos, 28 despidos en la planta de Cementos Cosmos en Oural (Sarria) y 22 traslados a la fábrica de Toral de los Vados (León). “La sociedad mantiene saldos a cobrar y pagar con empresas del grupo cuyos vencimientos son susceptibles de adaptarse a las necesidades de tesorería ya que en última instancia la mayor parte de la financiación se obtiene del grupo Votorantim Cimentos EAA Inversiones”, el ‘holding’ con sede en Vigo, explica la cementera gallega en sus cuentas.

¿Bueno para Galicia?

Este es el rescate para un grupo notable, que controla además de Cosmos, Morteros de Galicia, Cimpor Canarias, Prebetong Lugo, Cementos de Andalucía y así hasta una quincena de sociedades. Pero el proceso de ajuste no ha traído buenas nuevas para Galicia, más allá del colchón en el que se apoya Corporación Noroeste.

En la zona norte Votorantim ha preferido la fábrica de Toral de los Vados, dejando de lado a la planta lucense de Cementos Cosmos. Los datos de producción de clinker, el producto intermedio del cemento, lo dejan claro. Las instalaciones de Sarria están prácticamente paralizadas, con una producción estimada a final de año de 46.140 toneladas, un 79% menos que en 2012, cuando se alcanzaron las 222.640 toneladas (el 50% de la capacidad máxima de la fábrica). En cambio, la planta de Toral de los Vados ha elevado su producción un 47%, hasta las 630.179 toneladas.

La multinacional brasileña está ejecutando el mismo proceso en Andalucía, relanzando su planta de Huelva (16,59% más de producción de clinker) y frenando las instalaciones de Córdoba, que cerrarán el año con cerca de 195.000 toneladas producidas (un 47% menos) pese a tener capacidad para mover 730.000 toneladas.

En los brazos del gigante

Esas han sido algunas de las decisiones del gigante Votorantim, uno de los mayores conglomerados empresariales de América Latina con intereses en el sector financiero, la minería, lo metales o el sector inmobiliario. Un grupo diversificado que opera en 23 países y suma algo más de 43.000 empleados.

Votorantim Cimentos, que agrupa a las cementeras de la compañía, representa el 30% de sus ingresos totales, amasados en 60 fábricas de cemento, áridos y producción de mortero, 70 centros de distribución y cerca de 100 centros de producción de hormigón.

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