El futuro de Arias Infraestructuras, en manos de Hacienda
La constructora que hizo la cubierta de Riazor necesita que la Agencia Tributaria acepte la quita de su plan de viabilidad en la junta de acreedores del día 19 para salvar el concurso y dar entrada a un socio que capitalice la empresa
La empresa coruñesa Arias Infraestructuras, constructora de la cubierta de Riazor o el paseo marítimo de la ciudad herculina, afronta la fase decisiva del proceso concursal en el que entró en marzo de este año. El día 19 de octubre se celebrará la junta de acreedores que debe respaldar el plan de viabilidad presentado por la dirección y que a día de hoy constituye la única oportunidad para reflotar la empresa y evitar la liquidación.
La propuesta de la antigua Arias Hermanos, protagonista en obras tan emblemáticas como la Avenida Alfonso Molina o el puerto exterior de Punta Langosteira, incluye una quita próxima al 45% de la deuda, un periodo de carencia de ocho años y la entrada de un socio inversor para capitalizar la empresa. Este último elemento, presentado con una carta de compromiso del inversor ante la administración concursal, es el que da más fuerza a la hoja de ruta para reflotar Arias Infraestructuras, que pasa también por adelgazar la constructora para hacerla más pequeña y más viable, según fuentes conocedoras del proceso.
Los créditos ICO
Para sacar adelante el convenio, la empresa necesita la adhesión del 65% de los acreedores. En este escenario, la aceptación del ICO resulta imprescindible, ya que es la entidad que avaló ocho créditos concedidos a Arias antes de la suspensión de pagos. Las mismas fuentes indican que el instituto público de crédito concentraría alrededor del 30% del pasivo, por encima de otros relevantes acreedores como Abanca o Santander, por lo que su posición resultará decisiva para el futuro de la constructora.
Y esta es la principal incertidumbre. Aunque el ICO está adscrito al Ministerio de Asuntos Económicos de Nadia Calviño, los avales, que cubrían un máximo del 80% de los créditos, forman parte de la deuda pública, un terreno en el que toma las decisiones la Agencia Tributaria, según explican las mismas fuentes. En procedimientos concursales, Hacienda no se ha caracterizado por la flexibilidad, sino que suele mostrarse desfavorable a quitas y periodos de carencia.
La obra pública
Hacienda también es decisiva en una segunda vertiente, ya que el Ministerio retiró a Arias la calificación de contratista el pasado enero por motivos de solvencia, impidiendo su participación en licitaciones públicas. Una eventual aprobación del convenio debería permitir a la empresa recuperar dicha clasificación, cuya pérdida fue uno de los detonantes para la solicitud del concurso de acreedores. En todo caso, la constructora tenía en cartera 32,7 millones en obras a cierre de 2021, según consta en sus cuentas anuales.
De la deuda de Arias, un 80%, incluyendo los préstamos ICO, es deuda financiera, mientras que un 20% es con proveedores. En el proceso concursal están emplazados más de 200 acreedores.