El final del túnel para Povisa: Ribera Salud prevé “equilibrar” las cuentas este año
El grupo valenciano completará una inversión próxima a los 10 millones en el mayor hospital privado de Galicia y destinará más de un millón a Polusa
Ribera Salud, grupo de origen valenciano controlado por la norteamericana Centene, se ha convertido en el principal operador privado de la sanidad gallega. Compró al empresario José Silveira el hospital Povisa de Vigo en 2019 y desde entonces se ha hecho con otros dos, el Polusa de Lugo y el Juan Cardona de Ferrol, ahondando en el proceso de concentración que atraviesa el sector en la comunidad desde hace años
El desembarco en Povisa se produjo en un momento delicado para el hospital, que venía de negociar una revisión de su concierto con el Sergas tras acumular ejercicio en números rojos, firmando su peor resultado en 2018 con siete millones en pérdidas. El nuevo dueño, que tiene como segundo accionista al Sabadell, prevé dar la vuelta a la situación, aunque poco a poco.
“Ribera tiene una visión de largo plazo en todos los proyectos donde participa. Estamos acostumbrados a trabajar con administraciones públicas de diferentes Comunidades Autónomas de España y de diferentes países, y una de nuestras características es la capacidad de adaptación a diferentes entornos y a la visión local. Nuestro objetivo para 2021 es que Povisa alcance el punto de equilibrio”, explica la consejera delegada, Elisa Tarazona.
Las inversiones de Ribera Salud
La directiva contabiliza en torno a los 10 millones las inversiones que se han realizado en el centro vigués cuando termine 2021. Esta partida ha servido para remodelar el servicio de Urgencias, adquirir un acelerador lineal de última generación y un Pet Tac; para la reconversión en individuales de más de la mitad de las habitaciones, además de mejoras en el servicio de diálisis, las consultas de las policlínicas o la Escuela de Enfermería.
El plan de inversiones para Polusa incluye la creación de un laboratorio de análisis clínicos, una unidad de cirugía ambulatoria o una unidad de daño cerebral.
“En lo que se refiere al Juan Cardona, aún es pronto para hablar de proyectos concretos. Estamos conociendo a la plantilla de grandes profesionales y analizando sus diferentes servicios para continuar con el buen trabajo realizado hasta el momento, y, junto con los profesionales, hacer un plan de mejoras para los próximos años”, apunta Tarazona.
¿Más compras en Galicia?
El grupo admite que “no pierde de vista la situación del sistema sanitario en Galicia, especialmente atractivo por su solidez, calidad y solvencia de sus profesionales”, pero ya no tiene entre sus prioridades realizar más adquisiciones en la comunidad.
“En estos momentos nuestro foco se encuentra principalmente en consolidar la red asistencial que hemos creado en un año, que ha sido muy complicado para todos por la pandemia, y me gustaría poner en valor el trabajo realizado por todos los profesionales sanitarios, y la apuesta de los accionistas del grupo Ribera por la excelencia asistencial”, apunta la consejera delegada.
Relación de “máxima cordialidad” con la Xunta
Tarazona asegura que la relación con el Sergas “se caracteriza por la máxima cordialidad y colaboración”, a pesar de las discrepancias que mantuvo Povisa en su anterior etapa respecto a la interpretación del concierto, que acabó siendo modificado con varios litigios pendientes entre el hospital privado y Sanidade. Hay que tener en cuenta que Povisa es un centro clave para el sistema sanitario de Galicia al contar con una población de referencia de 139.000 usuarios por el acuerdo con el Sergas para la derivación de pacientes.
Además de destacar la buena relación con Sanidade, Ribera Salud también asegura que ni Povisa ni Polusa se sumaron a la reclamación de la patronal Ahosgal de 16 millones por la disponibilidad de los hospitales privados durante la pandemia (desprogramación de actividad para liberar servicios en caso de que fueran necesarios para atender a pacientes Covid).
“La sanidad privada ha mostrado una gran lealtad, poniéndose a disposición de todos los gobiernos para hacer frente a la pandemia, y sin negociar previamente ningún tipo de compensación económica por ello, y esto es algo que hay que destacar. Respetamos las decisiones de otros operadores sanitarios, pero ni Povisa ni Polusa se han adherido a la reclamación de Ahosgal”, explica Tarazona.