El exministro de Defensa de Rajoy resucita Amper a base de contratos con Navantia

Desde la llegada de Pedro Morenés al grupo, que sufrió una grave crisis durante la etapa de Enrique Bañuelos y Yago Méndez, obtuvo más de 100 millones en contratos con Navantia, más de la mitad de lo que facturó el año pasado

Pedro Morenés. exministro de Defensa y presidente de Amper / EFE

Pedro Morenés. exministro de Defensa y presidente de Amper / EFE

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Amper estuvo cerca del desastre en los últimos años de la crisis financiera, cuando hubo de solicitar un preconcurso de acreedores y acumuló un agujero patrimonial de 105 millones al cierre de 2014. De aquella delicada situación salió con una reestructuración que implicó la venta de filiales como Epicom o Amper Programas de Electrónica y Comunicaciones, y con un acuerdo con la banca para capitalizar deuda, que en aquel momento ascendía a 126 millones. Por el camino se quedaron Enrique Bañuelos y Yago Méndez, hijo del que fuera eterno director general de Caixa Galicia, José Luis Méndez, quienes condujeron la empresa hasta que llegó a una situación límite.

La venta de Programas de Electrónica y Comunicaciones a Thales requirió de la autorización del Consejo de Ministros al tratarse de una empresa con intereses en el sector de defensa y estuvo tutelada por el que hoy es su presidente, Pedro Morenés. El exministro de Mariano Rajoy, que ficharía por Amper en 2019, dirige un grupo muy diferente al que contribuyó a rescatar desde el Gobierno. Cerró los dos últimos ejercicios con beneficios, de 1,2 millones en 2020 y de 20 millones en 2019, mientras que la deuda financiera se sitúa en los 70 millones, hinchada por los 20 millones en créditos ICO que pidió la compañía el año del Covid.

Los contratos con Navantia

El progreso de Amper, al menos en parte, tiene que ver con los contratos para Navantia, incluso en programas vinculados al Ministerio de Defensa que dirigió Morenés como las fragatas F-110. Aunque la colaboración con los astilleros públicos viene de lejos, como en los trabajos realizados para los AOR australianos o para fabricar las torres del parque de eólica marina East Anglia de Iberdrola, el grupo ha obtenido encargos regularmente en los últimos años y de importes elevados. Tan elevados que, sumándolos, se superan ampliamente los 100 millones de euros, más de la mitad de lo que facturó el año pasado Amper, cuando alcanzó los 200 millones de ingresos.

Este año se adjudicó el diseño y fabricación de los arrancadores y centros de control de motores de 690V, para las cinco fragatas de la serie F-110 de la Armada; el desarrollo del gemelo digital para la representación de los centros de carga y conmutadores de transferencia de estos cinco buques y el el diseño y fabricación de los cuadros eléctricos principales por un importe de 4,6 millones, la única cuantía que ha hecho pública Amper de los tres encargos.

El más importante, sin embargo, fue un contrato de más de 100 millones, que ya equivaldría a más de la mitad de lo que facturó el año pasado. En este caso se adjudicó el año pasado, cuando Navantia confió en la empresa de Morenés para  la construcción seriada de 62 jackets o soportes eólicos marinos para otro parque offshore de Iberdrola, en este caso, el de Saint Brieuc en la bretaña francesa. Este contrato disparó en bolsa un 24% a Amper en la jornada siguiente a su adjudicación.

Más cerca de Navantia: Elinsa y Nervión

Amper puede decir que los contratos con Navantia no llegan solamente después del ascenso de Morenés a la presidencia, sino también a fuerza de acercarse a los astilleros públicos. En julio del año pasado anunció la compra del 50% que le faltaba de Nervión, proveedor de la compañía dependiente de la Sepi. Hasta entonces la otra mitad del proveedor de Navantia estaba en manos de Sacyr. Algo similar ocurrió con Elinsa también el año pasado. La empresa gallega,  enfocada al montaje y mantenimiento de instalaciones eléctricas, así como automatización y control industrial y especializada en subestaciones eléctricas para el sector energético y naval, pasó a manos de Amper, que compró el 51% por, aproximadamente, 1,5 millones. También es un histórico proveedor de Navantia, con varias décadas de relación con los astilleros.

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