El Estado destinó 800 millones en cuatro años a sostener Navantia
Los préstamos participativos otorgados por la Sepi a Navantia alcanzaban los 660 millones en 2017, a los que se sumaron 140 millones más este año
Un ejercicio clave para Navantia, por la esperanza de los nuevos contratos con el Ministerio de Defensa y con Arabia Saudí, así como por la perspectiva del nuevo plan estratégico para transformar los astilleros públicos, se cerró nuevamente con un mar de pérdidas. La compañía cosechó 297 millones en números rojos coronándose por segundo año consecutivo como la empresa más deficitaria de las que controla la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (Sepi).
El desajuste contable, reiterativo en la resaca de la sequía de contratos que sufrió el sector naval durante la crisis, hubo de ser corregido por la Sepi, que concedió un préstamo participativo de 140 millones en marzo de este año para elevar el capital social y evitar así que Navantia estuviese en causa de disolución según los criterios establecidos en la Ley de Sociedades de Capital.
Navantia necesitó un préstamo de 140 millones este año porque estaba en causa de disolución
Esta maniobra se ha repetido con urgente intensidad desde 2015 para equilibrar el patrimonio de los astilleros públicos mediante la conversión en préstamos participativos de créditos de desarrollos tecnológicos –que utiliza para acometer la construcción de buques– y la concesión directa, como sucedió el pasado marzo, de este tipo de préstamos.
A cierre de ejercicio, el capital inyectado por Sepi en Navantia entre 2015 y 2017 ascendía a 659,7 millones, según recoge la memoria de los astilleros. A estos hay que sumar los 140 millones otorgados en marzo de este año, lo que completaría un total de 800 millones en cuatro años.
Este importe no era todavía suficiente, pues si bien la compañía evitaba la causa obligatoria de disolución, todavía se veía forzada por la normativa a una reducción de capital, que previsiblemente evitará mediante una nueva inyección. La espera por el contrato de Arabia Saudí y el programa de fragatas F-110 de la Armada se está haciendo esperar.
La cronología de los préstamos a Navantia
La dinámica de préstamos participativos arrancó en 2015, con la novación en mayo de créditos tecnológicos y su conversión en participativos por valor de 128,8 millones, lo mismo que se hizo en diciembre con otros 79 millones. Adicionalmente, Navantia necesitó de un nuevo préstamo de 60 millones también concedido en diciembre.
En 2016 fueron otros dos créditos, uno de 63 millones en julio y otro de 30 millones en diciembre. El año pasado fueron necesarias tres inyecciones, 90 millones en marzo, 109 millones en junio y 100 millones en diciembre. En los tres años se contabilizaban los 659,7 millones señalados anteriormente, a los que hay que sumar el último préstamo de 140 millones de marzo del presente ejercicio.