El empleado que las empresas se rifan: qué es y cuánto gana un growth hacker
Las compañías de internet ofrecen ingresos ilimitados con la condición de que hagan crecer a la empresa a toda costa. Así se forma y trabaja un growth hacker
Ganar clientes en internet y en las redes sociales con técnicas poco convencionales. Esa puede ser la definición tradicional de growth hacker, pero no es, ni mucho menos, su única ocupación.
Las empresas del mundo de internet, especialmente aquellas que necesitan ganar masa crítica de usuarios, buscan a tiempo completo profesionales que sean capaces de idear promociones o métodos de captación de visitantes aunque en ocasiones sea en la frontera de la legalidad.
La empresa SumaCRM ha publicado recientemente un anuncio para contratar un growth hacker o un experto en «marketing alternativo». El anuncio, que promete ingresos ilimitados en función de la cantidad de negocio que consiga captar el growth hacker, tiene un redactado muy poco convencional.
«No hay edad mínima, ni máxima, ni estudios, ni leches, sólo experiencia, conocimientos y que nos llevemos bien. Si eres growth hacker ya sé que esto te flipa. A mi me flipa y eso que lo he conocido hace poco. Y estoy como loco por que hagamos esto juntos», explica el anuncio publicado por la empresa.
Stuart APP, una compañía creada por Dominique Leca (Google), Clément Benoit (Resto-in) y Benjamin Chemla (Citycake.fr) buscan un growth hacker para Barcelona con un «paquete muy atractivo» que además de la remuneración incluye horario de trabajo flexible, comidas, seguro privado y gimnasio.
El perfil
El mercado de las empresas de internet emergentes necesitan como aire para sus pulmones a trabajadores con estas características. Luis Díaz de Dedo, un conocido growth hacker español, asegura que las grandes empresas de internet americanas han crecido con técnicas de growth hacking. A partir de su éxito, el resto de compañías ha querido aplicar recetas similares.
Para lograr masa crítica, Airbnb acudió a los foros de Craiglist, una web similar a Forocoches donde se alquilaban casas. Airbnb creó perfiles de rusas que acudieron en masa a interesarse por las casas en alquiler, pero les avisaban que sólo se la alquilarían a través de Airbnb.
Una vez allí, la empresa activó anuncios para desviar tráfico a la web y lograr los alquileres por otras vías. Es sólo un ejemplo de técnicas de marketing no convencional que pueden resultar un trampolín único.
La retribución
Muchos growth hackers en España trabajan bajo la modalidad de consultoría. Tienen que saber de programación y también ser creativos para concebir ideas que aporten tráfico o facturación a las empresas. Las start-ups, recién creadas para generar negocio en internet, pagan por hora de consultoría entre 75 y 150 euros.
«Hay mucho trabajo pero en España hay muchas empresas que empiezan y que no tienen recursos para pagar las ideas que tú tienes para ellos», explica Luis Díaz de Dedo que se ha dedicado a dar clases en la Universidad y a asesorar a multinacionales como Telefónica en áreas de negocio digital.
Charlas y experiencia
Entre consultorías y charlas, estos profesionales pueden superar los 50.000 euros brutos anuales si se dedican en exclusiva a una compañía, una remuneración mucho más elevada que la del resto de profesionales si se toma en consideración su corta edad.
Díaz de Dedo están constantemente en permanente creación y, en ocasiones, pueden lanzar una campaña falsa. Lo hizo Díaz de Dedo con una campaña contra los autónomos en la que mezcló datos verdaderos y falsos con la única intención de probar la viralización de una campaña.
Contacto con abogados
Cada mes se reúne con un amigo empresario, Pablo Fernández, para conocer si alguna idea que se le ha ocurrido para ganar clientes contraviene la ley española. «A veces me dice que son ilegales y otras veces me dice que son muy ilegales y que podría ir a la cárcel», explica.
Cita como uno de los ejemplos recientes de growth hacking la aplicación de Sanitas en Facebook que, con la excusa de relacionar tus fotos con emociones pide permiso para analizar tus imágenes. Es una fórmula para obtener información de clientes y potenciales clientes con su consentimiento.
El futuro
Díaz de Dedo explica que hasta ahora los consejeros delegados de las empresas ascendían desde las direcciones comerciales. Ahora, con la importancia del marketing, hay cada vez más compañías con especialistas de estas áreas que han ascendido a lo más alto, pero augura que próximamente el growth hacker tendrá muchas opciones de acceder a puestos de primer nivel.
«Es lógico, porque es la persona que necesita comprender los procesos y toda la filosofía de la compañía», remata.