El dueño de Sargadelos ofrece la fábrica a quien le pague lo que invirtió
Segismundo García, el administrador de Sargadelos, ofrece a BNG y a UGT la empresa como respuesta a las críticas por los despidos
Sargadelos sobrevive en un clima de confrontación. El golpe sobre la mesa de su administrador y primer accionista, Segismundo García, que anunció 49 despidos como respuesta a las sucesivas demandas sindicales y puso en duda la continuidad de la planta de Cervo (Lugo), ha disparado la tensión, tanto a nivel político como sindical.
García ha vuelto a advertir que si la demanda presentada por UGT, en la que reclama 100.000 euros a la empresa y otros 100.000 a su consejero delegado, sale adelante, supondrá el cierre del centro de trabajo. La central y el primer accionista mantienen una enconada disputa, arrastrada ya desde el despido, posteriormente anulado por los tribunales, de la expresidenta del comité de empresa, Rogelia Mariña.
García rechaza inyectar más capital en Sargadelos
En declaraciones a El Progreso, Segismundo García advirtió que no pondrá más dinero en Sargadelos. El directivo alertó en sucesivas ocasiones que la planta camina hacia su clausura al no poder hacer frente a las reclamaciones judiciales de los sindicatos ni estar dispuesto a que los socios realicen nuevas aportaciones tras completar dos ampliaciones de capital.
El consejero delegado aseguró que “bajo ningún concepto” realizará más ampliaciones de capital “para contentar a un sindicato”. García invitó a UGT a gestionar ellos mismos la empresa: “Pueden hacerlo sin problema. La vendo sin ganar nada, exactamente por lo mismo que pagué por ella”, zanjó.
Esta misma oferta había realizado García al BNG de Cervo en respuesta a las críticas contra su gestión. La formación cuestionó su capacidad para conducir Sargadelos y criticó sus palabras contra la legislación laboral. El jefe de la empresa considera que, de cumplir toda la normativa laboral, un gran número de negocios tendrían que echar el cierre.
Veinte despidos ejecutados
Así lo aseguró cuando anunció los 49 despidos, de los que se han ejecutado, hasta el momento, 20. Además de los pleitos perdidos por Sargadelos, en el trasfondo del conflicto estaba una demanda del sindicato para equiparar el sueldo del nuevo personal con el de los antiguos trabajadores, que entraron en la planta con una remuneración inferior.
Sargadelos, una empresa histórica para Galicia, salió de un concurso de acreedores hace solo unos años y logró entrar en rentabilidad, aunque con unos márgenes muy estrechos. En el último ejercicio, la fábrica de Sada (A Coruña) obtuvo un resultado positivo de 571.000 euros; mientras que la lucense registró pérdidas de 117.000 euros.