El dudoso negocio de los parques temáticos
Sólo los gigantes del entretenimiento como Disney y Universal han construido un negocio sólido en Estados Unidos y Asia. ¿La clave del éxito? Inversiones millonarias y directores creativos como Steven Spielberg y James Cameron
El negocio de los parques temáticos sigue siendo un negocio con buena salud y futuro, pero sólo para los grandes del entretenimiento y en dos áreas geográficas del planeta: Estados Unidos y Asia. Ninguna de las grandes compañías que gestiona parques de atracciones ha podido construir en Europa un ‘hub’ de vacaciones temáticas como los de Florida y California, en Estados Unidos, y los de Japón.
De los 20 parques temáticos más visitados del mundo, 17 están en manos de un monopolio compartido: Disney y Universal Studios. Sólo los dos gigantes del entretenimiento parecen conocer la fórmula del éxito de estas metrópolis turísticas. Aún en su mejor año, Port Aventura, con 3,7 millones de visitantes, queda fuera del ránking de los 25 primeros del mundo.
Los grandes creativos
Sólo el parque Magic Kingdom, en Orlando, recibió 17 millones de visitantes el año pasado, más que potencias turísticas mundiales como Grecia o Tailandia. Además del Castillo de la Cenicienta y de todos los personajes infantiles, Disney nunca se relaja. La compañía contratado a James Cameron como director creativo para su próxima atracción, Avatar, que costará sólo en licencias y construcción unos 500 millones de dólares (405 millones de euros).
La empresa reforzará su batalla por el liderazgo de los parques temáticos después del último éxito de Universal: la atracción Harry Potter, de 265 millones de dólares, unos 200 millones de euros en su parque de Orlando, que aumentó un 30% las visitas. Las cifras hacen palidecer los 22 millones de euros que invierte Port Aventura cada año para todo el parque.
Refugio a la piratería
Las grandes compañías de entretenimiento han visto en los parques temáticos una vía de negocios alternativa para rentabilizar sus grandes superproducciones cinematográficas, afectadas por el aumento de la piratería y la caída de entradas de cine y ventas de DVD. Comcast, propietaria de Universal, obtuvo sólo 4,5 millones de euros de beneficios el último trimestre en comparación con los 119 millones de euros de su división de parques temáticos.
A diferencia del anterior propietario, General Electric, que sólo hacía caja con los parques y no invertía en exceso en ellos porque los consideraba un modelo de negocios maduro y con tendencia a decrecer, Comcast inyecta dinero fresco en las atracciones porque cree en su potencial de futuro. Ha destinado unos 100 millones de dólares (76 millones de euros) para inaugurar la nueva atracción 3D en su parque de Hollywood y renovará la famosa atracción de Spiderman, una montaña rusa virtual. “No tenemos ninguna duda en la potencialidad de este negocio y por eso inyectamos dinero en él”, explica Thomas Williams, consejero delegado de Universal Parks and Resorts.
La realidad local
Cuando se inauguró Port Aventura, en 1995, los parques de Disney ya acumulaban 40 años de experiencia y gestión del turismo. A la vista del despliegue técnico, creativo y de recursos de las grandes de la industria del entretenimiento en los principales parques temáticos del mundo, los inversores se preguntan: ¿Podrá el cacareado Barcelona World, un nuevo parque junto al modesto Port Aventura, sin posibilidad de contratar a grandes directores de cine, competir con los grandes parques temáticos del mundo?
Muchos lo dudan dado que hasta otro gigante como DreamWorks, creador del fenómeno cinematográfico Shrek, ha podido completar su ronda de financiación para un parque temático en Nueva Jersey.
Las dudas se extienden en el sector, ya que el poder adquisitivo de los estadounidenses y japoneses y su disposición a pasar sus vacaciones en estos centros de entretenimiento parece muy superior a la de los europeos. En términos de resultados, Disneyland París no muestra una cuenta de explotación tan fructífera como el resto de emplazamientos en el mundo y para evitar comparaciones la compañía ya no desglosa resultados por parques.
A pesar de que Port Aventura cuenta con una buena cifra de explotación (12 millones de beneficios al año) muchos dudan de que una copia de parque temático por zonas geográficas, que ya estrenó Epcot Center, Orlando, en 1982 y el propio Port Aventura en 1995, ofrezca el incentivo y las novedades suficientes para atraer a 10 millones de usuarios al año, la cifra prevista por Artur Mas y el empresario impulsor del proyecto Enrique Bañuelos.