El Deportivo liquida la filial de gimnasios que creó Lendoiro

Tino Fernández liquida la sociedad que gestionaba la Zona Fit de Riazor y reduce a tres las filiales del Deportivo: la clínica, las Deportiendas y el Playa Club

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La reestructuración de las filiales del Deportivo que llevó a cabo Tino Fernández en el marco del proceso de saneamiento económico del club ha acabado llevándose por delante a una de ellas. La entidad ha decidido disolver RCD Actividades y Servicios Generales, sociedad que tenía anteriormente como principal activo el gimnasio Zona Fit, ubicado en los bajos de Riazor.

El Deportivo decidió en 2015 bajar la persiana de Zona Fit debido a la nula rentabilidad de la explotación, lo que dejó a la filial sin el principal objeto de su actividad. La directiva la reconvirtió en una empresa que daba servicios a la matriz, es decir, que participaba en el funcionamiento interno del grupo como prestadora de servicios y sin más ingresos que los que recibía del propio Deportivo.

Bajo esta fórmula cerró el ejercicio de 2016 con unos beneficios de 57.000 euros, el primero en mucho tiempo que registraba ganancias, pero muy lejos de la actividad que tenía en la etapa de funcionamiento del gimnasio. Fuentes del club explicaron que ya no tenía objeto mantener la empresa, pues también era prescindible para el funcionamiento interno de la entidad. De ahí que procedan a su extinción voluntario.

La estructura de filiales

Con la desaparición de RCD Actividades y Servicios Generales, el Deportivo mantendrá tres filiales.

La Deporclínica, que presta servicios de fisioterapia y podología a las distintas categorías del club, además de atender a terceros como clínica privada. Cerró 2016 con 20.000 euros de beneficio.

Las Deportiendas, que son el negocio en el que más interés mostró Tino Fernández a su llegada a Riazor debido a su potencial de crecimiento y el único que se ha expandido desde la etapa de Augusto César Lendoiro. Aportaron 90.000 euros de ganancias, según las últimas cuentas presentadas por el club.

Y, finalmente, el Deporhostelería Playa Club, ahora reconvertido en simple casero del local en el que se desarrolla el negocio hostelero. Era la filial que más pérdidas ocasionaba a la entidad. El plan de Tino Fernández fue reducir al máximo los gastos, convirtiéndola en un mero arrendador del local ubicado frente a la playa de Riazor. Aunque registró beneficios, mantenía un agujero de 400.000 euros en 2016.

El museo

Se trata por tanto de una estructura adelgazada y más austera que la heredada de la etapa de Lendoiro. Para el espacio de Zona Fit, el club planteó la apertura del museo del Deportivo, proyecto que aparcó en 2017 para poder atender a los pagos de deuda derivados del concurso de acreedores. Sucedió cuando el Supremo recalificó como deuda privilegiada 21,7 millones de Hacienda. Esa cuantía se abonó gracias al acuerdo con Abanca.  

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