El coworking A Proa, la apuesta de la Diputación por los emprendedores de Ames
El presidente de la Diputación de A Coruña, Valentín González Formoso, ha destacado la importancia de impulsar iniciativas como esta para facilitar la permanencia de talento y conocimiento en la zona
El delegado del Gobierno en Galicia, José Miñones; el presidente de la Diputación de A Coruña, Valentín González Formoso; y el alcalde de Ames, Blas García, han inaugurado este miércoles el centro ‘coworking’ A Proa de Ames (A Coruña). Este nuevo espacio permitirá la ubicación de 36 puestos de trabajo con el objetivo de ampliar los servicios de apoyo a iniciativas emprendedoras, proyectos empresariales o iniciativas de autoempleo.
La apertura de este nuevo local, de 400 metros cuadrados y ubicado en el parque empresarial Novo Milladoiro, se enmarca en el Plan de Empleo local de la Diputación de A Coruña. Miñones ha destacado la aportación que hacen este tipo de espacios de titularidad pública para configurar el nuevo ecosistema emprendedor que el Gobierno impulsa en el Plan de Recuperación, Transformación y Resilencia.
Proyectos tecnológicos y talento femenino
Miñones ha señalado también que el apoyo al emprendimiento es una política transversal, que se recoge en muchos componentes y líneas de inversión del plan de recuperación. Así, ha destacado dos líneas de financiación abiertas para desarrollar proyectos tecnológicos innovadores y fomentar el emprendimiento femenino, el programa Emprendedoras digitales y el Fondo Next Tech.
Por su parte, el presidente de la Diputación de A Coruña, Valentín González Formoso, ha destacado la importancia de impulsar iniciativas como esta para facilitar la permanencia de talento y conocimiento en la zona y ha señalado que, desde 2016, más de 1.800 emprendedores «están siendo apoyados» por la institución provincial.
El presidente de la Diputación coruñesa, entidad que ha destinado 200.000 euros a este espacio, ha aprovechado su intervención también para lamentar las trabas burocráticas existentes para materializar este tipo de iniciativas. «Se han necesitado seis años para poner en marcha. ¿Qué hubiese pasado si en vez de ser una administración pública fuese una empresa privada? Probablemente hubiese desistido», ha señalado.