El Covid-19 y los tipos de cambio amargan el verano de Bimba y Lola
El ‘efecto divisa’ impidió a la compañía de María y Uxía Domínguez elevar los beneficios en un año con récord de ventas
Bimba y Lola llegó a la crisis provocada por el coronavirus tras otro año de crecimiento. La compañía de María y Uxía Domínguez, sobrinas del diseñador ourensano Adolfo Domínguez, alcanzó unas ventas de 226,8 millones, casi un 13% más. Es el techo histórico de la textil con base en Mos (Pontevedra), que duplica la facturación de la que fue la principal empresa de la familia, Adolfo Domínguez.
El crecimiento de la cadena tiene su origen en la intensa expansión internacional desarrollada en los últimos años, así como en el aumento de las ventas online. Sin embargo, el impacto de los tipos de cambio hizo retroceder un 6% el beneficio, que cayó hasta los 18,2 millones.
El resultado bruto de explotación (ebitda) se situó en 35,8 millones de euros, un 3% superior al de hace un año, impulsado por la mejora de márgenes, según aseguró la empresa en un comunicado. A lo largo del ejercicio, que finalizó el 29 de febrero, la plantilla aumentó en un 17%.
El impacto del Covid-19
«Los resultados de Bimba y Lola en 2019 son el reflejo de un año muy positivo, que muestra el enorme potencial de nuestra marca y nuestros equipos. Obviamente, se trata de cifras previas a la irrupción del Covid-19», ha afirmado el consejero delegado de la firma, José Manuel Martínez.
«Hoy por hoy, el grupo afronta una situación totalmente diferente, marcada por el drástico impacto que la pandemia está teniendo sobre la población y sobre el conjunto de la economía. Una vez adoptadas todas las medidas de prevención, nuestra prioridad es recuperar la plena actividad de las tiendas y asegurar la viabilidad del negocio en un periodo lleno de riesgos e incertidumbres”, concluyó.