El Consejo de Seguridad Nuclear irrumpe en la mina de Sacyr en San Finx

Más problemas en las históricas minas de wolframio de San Finx, un enclave que recuperó primero el naufragado Incremento Grupo Inversor y que adquirió la división minera de Sacyr para su explotación, aunque actualmente la actividad se encuentra paralizada. Y así parece que continuará. El Consejo de Seguridad Nuclear ha condicionado cualquier labor de investigación, reapertura o cierre de la mina de Lousame (A Coruña) a que se le presente y pueda revisar un estudio radiológico que ha requerido a la Directora Xeral de Planificación Enerxética e Recursos Naturais de la Xunta, Paula Urías.

La petición del organismo competente en materia de seguridad nuclear se produce tras recibir la información remitida por Ecoloxistas en Acción, quien le trasladó un estudio de la Universidad de Oviedo que demuestra la presencia en el terreno de uranita, el material del uranio. El estudio debe englobar el periodo en el que la mina estuvo en funcionamiento. “Cualquier actividad de investigación, clausura o reapertura de la mina, requiere la revisión del estudio radiológico”, añade el CSD.

«A pesar de que el reglamento establece que la minería subterránea y la producción de estaño están sujetos a la presentación de declaraciones sobre la exposición de los trabajadores y del público a la radiación y a la elaboración de los correspondientes estudios radiológicos, la Xunta en ningún momento exigió estas actuaciones, ni cuando aprobó el proyecto de explotación de mina en 2009 ni cuando esta reinició la actividad en 2015 de la mano de la actual concesionaria Valoriza Minería», critica Ecoloxistas en Acción en un comunicado.

La Xunta descarga la responsabilidad en Sacyr

El Gobierno gallego ha confirmado que ya ha solicitado el informe pertinente a la empresa concesionaria, a quien corresponde entregarlo. La Consellería de Economía apunta que recibieron el requerimiento hace pocos días y esperan por la notificación de la empresa «aún en plazo». Valoriza Minería es la división minera de Sacyr, que explota San Finx a través de una filial instrumental, Tungsten San Finx, con domicilio en Lousame.

La Xunta ha recalcado que es la empresa la que debe elaborar los informes con los datos de si se cumplen o no las cuotas de radiación y demás parámetros sanitarios y, una vez en manos del Ejecutivo autonómico, estos envían una copia al CSN. Además, recuerdan que las mediciones solo son obligatorias si se sobrepasan ciertos parámetros que puedan resultar perjudiciales para la salud.

¿Una nueva irregularidad?

Como se ha mencionado, el Consejo de Seguridad Nuclear también alerta de un posible incumplimiento del Reglamento de Protección Sanitaria contra Radiaciones Ionizantes, pues esta normativa exige declarar las actividades mineras donde existan fuentes naturales de radiación ante el departamento de Industria de la Comunidad Autónoma. A su vez, la Consellería de Industria tiene la obligación de remitir dicha declaración a la Dirección General de Política Energética y Minias y al Consejo de Seguridad Nuclear.

“No obstante, hasta la fecha, no se ha recibido en el CSN copia de la declaración correspondiente a dicha explotación minera”, dice el requerimiento.

Hay que recordar que la mina ya tuvo actividad y que su puesta en marcha provocó la imputación del hasta hace poco director xeral de Enerxía e Minas de la Xunta, Ángel Bernardo Tahoces. Se le investiga por un presunto delito de prevaricación ambiental al omitir parte de los trámites necesarios para que Sacyr llevara a cabo la explotación, como el estudio de impacto ambiental o la autorización de vertidos de aguas residuales. La falta de esta documentación acabó por paralizar la actividad en Lousame.