El comercio «pop up» llega a Galicia por Navidad
Pequeñas marcas locales se unen en tiendas efímeras para dar la batalla a los centros comerciales en la campaña navideña
Navidad es sinónimo de consumo y diciembre, un mes crucial para el comercio gallego. La Xunta ha autorizado a los centros comerciales a abrir todos los domingos de este mes y el pequeño comercio redobla esfuerzos para elevar su facturación anual a la luz del alumbrado navideño. Pero en medio de estos dos modelos enfrentados como David y Goliat, y vinculado también al auge del comercio electrónico, está surgiendo un nuevo modelo de negocio: las pop-up.
Se trata de tiendas efímeras en las que varios emprendedores se organizan para, reabriendo en ocasiones edificios emblemáticos desocupados, vender al público durante unos días. Aprovechan así el pico de compras navideñas y maximizan la rentabilidad. «Damos una alternativa al centro comercial con un comercio pequeño de formato diferente que está empezando y se va desarrollar cada vez más porque los alquileres en los centros de ciudad son muy caros y para las empresas que están empezando es muy difícil lanzarse», expone Natalie Barrera, una de las tres jóvenes impulsoras del Mercado de las Luces en A Coruña.
Esta pop-up devuelve a la vida del 17 de diciembre al 5 de enero el emblemático edificio de Labase en la calle San Andrés, un inmueble modernista de tres plantas que lleva más de dos años vacío desde el cierre de la tienda de ropa que le dio nombre popularmente. En estos días la actividad comercial resurge con una veintena de marcas emergentes. Casi todos los que forman parte de la propuesta son emprendedores que tienen su canal de venta habitual en Internet. «Utilizan la pop-up para dar a conocer su marca y para establecer un punto de venta efímero en Navidad», comenta la organizadora.
Inquilinos fugaces
La misma dinámica se repite en otras ciudades. En Vigo, los nuevos creadores tomaron el pasado fin de semana el edificio histórico situado entre García Barbón y la calle Oporto, que salió por unos días de su abandono con la iniciativa MercaDot. Al mismo tiempo, en Santiago se celebró el Mercado da Estrela, una de las pop-up pioneras, con la apuesta por el talento diseñado y producido en Galicia como reclamo, este año en interior del Museo do Pobo Galego. También parte de la Plaza de Abastos compostelana se ha transformado en el Mercado de Navidad hasta el 5 de enero.
Espacios céntricos que cambian sus usos unos días, como la planta superior del mercado municipal de San Agustín en A Coruña se llena de libros como el salón Abecedari@. La programación de actividades y talleres son otro elemento común en estas iniciativas. En Lugo encontramos otro ejemplo de tienda efímera en este caso de una gran cadena de juguetes: Toys´R´Us, que solo tiene tienda en A Coruña y Vigo, abre por unos días en un local de 800 metros cuadrados del centro comercial As Termas para aprovechar la campaña de Navidad.
Recelos entre el comercio tradicional
La moda de las pop-up suscita recelos entre parte de los comerciantes de toda la vida. José María Seijas, presidente de la Federación de Comercio de Galicia, opina que «este comercio espontáneo y momentáneo no es comercio tradicional, ni soluciona, ni da empleo». Recuerda que los locales del pequeño comercio representan el 16% de la ocupación en Galicia y considera que las pop-up no ofrecen garantías al consumidor «porque desaparecen y no hay a quien protestar». Por su parte, Natalie Barrera defiende que «la garantía es la misma garantía que si compras online» y que la influencia de las redes sociales hace que los nuevos vendedores sean aún más cuidadosos con la satisfacción del cliente.
Otra parte del comercio tradicional sí colabora en estas iniciativas, como es el caso de la pop-up que impulsa Barrera, que promueve entorno a ella la Ruta de las Luces, un recorrido por otras tiendas permanentes afines al Mercado de las Luces en el centro de A Coruña. «Se está superando esa antigua mentalidad de competencia y cada vez más comerciantes ven que es positivo que se instalen las pop-up porque cuantas más tiendas abiertas, más gente se atrae a la zona y da vida al centro», asegura Natalie Barrera.
Un 6% más de ventas
El comercio gallego espera vender estas navidades un 6% más que las pasadas, según la previsión de la federación. «No va a ser la panacea porque con la crisis bajamos un 40% pero va creciendo la confianza del consumidor y con la recuperación de la extra de los funcionarios… eso favorece», explica Seijas. El presidente de los comerciantes gallegos considera que la de los centros comerciales es «una guerra pasada» y que en esta época «el consumidor acude muchísimo más al comercio tradicional porque es donde hay especialización».
Constata también que las ventas por Internet se disparan con un crecimiento anual de más del 40% y cada vez más negocios tradicionales se incorporan a la red. Precisamente ese auge del comercio electrónico alimenta la nueva fórmula de las pop-ups.