El cava pierde pedigrí ante las dificultades para internacionalizarse
El sector rompe con el esquema de empresa familiar para mitigar fuera el impacto del estancamiento de las ventas en España
A la víspera del inicio de la campaña de Navidad, el sector del cava se teme un nuevo boicot en el resto de España a modo de castigo por el clima político en Cataluña. Con el mercado ya estancado –sólo se venden 300.000 botellas más que en 2009–, las compañías miran lejos de la Península Ibérica para crecer, aunque ello les cueste romper con la estructura de empresa familiar tradicional.
Las dificultades del accionariado tradicional, en ocasiones poco profesionalizado y muy atomizado al heredarse de padres a hijos, para crecer fuera de España, propiciaron que las mayores empresas del mercado estudien o ya se hayan decantado por la aparición de un socio externo que dote de músculo financiero y un rumbo claro a la compañía.
La última es Juvé & Camps, que este lunes anunció la entrada de un fondo español en el capital por la salida de dos de las ramas familiares que componen la sociedad.