El auge del bipartidismo PP-PSOE mitiga la urgencia del Estado por vender BMN
El FROB tiene hasta finales de 2017 para liquidar su 65% en el banco de las antiguas Caja Murcia, Caja Granada y Sa Nostra
Parecía hace un par de meses, tras el resultado de las elecciones municipales y autonómicas, que el Estado, a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), iba a dar, a la vuelta del verano, el primer paso de cara a su salida definitiva del capital de Banco Mare Nostrum (BMN), donde ostenta el 65% del capital. Pero, el asunto se ha enfriado. Y mucho.
Los resultados de las continuas reuniones con Barclays –el banco estratégico en la desinversión– y con Deutsche Bank y Goldman Sachs, encargados de testar el sentir de los grandes inversores institucionales, no han acabado de decidir al FROB en esa doble operación diseñada para sacar a bolsa al menos un 25% de la entidad. Primero, una ampliación de capital de hasta 300 millones de euros, previa al lanzamiento de una Oferta Pública de Venta (OPV).
Crisis griega y elecciones en España
La crisis griega, antes, y ahora las tensiones políticas que se avecinan hasta final de año con las dos citas electorales casi consecutivas –Cataluña y generales– no parecen jugar a favor de la operación.
Además, si bien el incierto resultado de las elecciones autonómicas y municipales, y su extrapolación a las generales, hizo plantear seriamente la OPV de manera urgente, las últimas encuestas, con el nuevo auge del bipartidismo tradicional PP-PSOE y, sobre todo, el declive en el que parece haber entrado Podemos –el partido liderado por Pablo Iglesias–, han atenuado sobremanera aquellas urgencias iniciales. Tampoco el brío bursátil ayuda en exceso.
Ni junta extraordinaria ni solicitud al BCE
«En relación al plan para la salida a bolsa, se está realizando un continuo análisis de mercado para comprobar la demanda potencial, prestando especial atención a los inversores orientados a estrategias a largo plazo, que conformen un núcleo estable de accionistas, al objeto de dar cumplimiento al plan en el momento, dentro del plazo máximo de ejecución». Así explica el banco los extremos actuales en los que se está moviendo la operación de venta inicial del 25%.
Pero, de momento, ni se ha convocado la junta extraordinaria de accionista que debe aprobar la operación, ni tampoco se ha solicitado el visto bueno del Banco Central Europea (BCE), que también lo debe refrendar al tratarse de una entidad que recibió ayudas comunitarias.
Plazos se acortan
Los plazos todavía no resultan agobiantes. No obstante, serán menos de dos años los que resten tras la formación del nuevo gobierno, en enero de 2016, para que el FROB agote el plazo máximo establecido –31 de diciembre de 2017– del que dispone para vender el algo más de millón de títulos de BMN, y hacerlo a un precio de 1,6 euros. Son los números necesarios para recuperar los 1.645 millones que puso el Estado para rescatar esta entidad.
Mientras tanto, el banco tutelado por el Estado y presidido por Carlos Egea sigue adecentándose para, cuando llegue el momento adecuado para su venta, contar entre sus activos con la menor toxicidad posible, para que los inversores no escatimen nada y pongan sobre la mesa ese mínimo de 1,6 euros por título.
Los resultados no son para alardear
Para ello, la consigna es clara: proseguir con la venta de activos inmobiliarios y cerrar sucursales no rentables, pues, a la vista de los resultados cosechados al cierre del primer semestre, existe margen suficiente para ahondar en esa estrategia de desinversión.
A la vista de los resultados cosechados entre enero y junio, los 42 millones de euros de beneficios no son malos, pero no tan buenos como ir alardeando de ellos ante los inversores.
Se debe básicamente a ese 18% menos que se aportó para provisionar morosidad. No porque ayudaran los márgenes. Claramente mejorables, tanto en el de intereses, que cayó un 14%, como en el de operaciones financieras o el bruto, con un 10% menos, y también el neto, que retrocede más de un 17% por la subida de los costes de explotación.
Liderazgo en crédito a pymes en su radio de acción
Lo que sí está en línea con los objetivos que tiene marcados BMN, de liderar el negocio de pymes en Murcia, Granada y Baleares, son los créditos. De los 2.300 millones concedidos, 1.600 se destinaron a empresas, con un incremento del 42%, que ha contribuido al aumento del saldo de crédito rentable en el semestre.
En esas desinversiones, el cierre de sucursales no rentables en los municipios del interior con el consiguiente ahorro de costes, y la venta de activos inmobiliarios se convierten en los principales resortes para que conseguir que los márgenes operativos se incrementen y, con ellos, los beneficios. O sea, lo que se ha venido haciendo hasta ahora, pero de una manera más incisiva.