El asalto de las eólicas a Pena Trevinca, a punto de naufragar
La Xunta emite una valoración negativa de los parques que promueven Statkraft y Enel en Pena Trevinca
El desembarco de la noruega Statkraft en Galicia comienza a acumular reveses. La Xunta ha emitido una valoración negativa para dos de sus parques eólicos. Uno de ellos, el de Prada, de 170,5 megavatios de potencia, recibió fuertes críticas ecologistas por su impacto en Pena Trevinca.
El conselleiro Francisco Conde anticipó este martes que la Xunta informará negativamente sobre el desarrollo de este parque y del de Enel, el conocido como Alto Cabrera, también asentado en el macizo que alberga las cumbres más altas de la comunidad. El parque que plantea Enel es de 144 megavatios.
“En la práctica, el dictamen negativo de la Administración gallega supone que el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) lo tendrá muy difícil para dar luz verde a la autorización ambiental de estos proyectos eólicos”, explicó en un comunicado la asociación Salvemos Cabana.
60 aerogeneradores de 200 metros
“Statkraft y Enel pretendían instalar 60 aerogeneradores de 200 metros de altura en punta en el entorno de Trevinca hubieran supuesto una problemática insalvable para la montaña más alta de Galicia por los numerosos impactos que acarrean este tipo de proyectos en zonas elevadas, como el traslado e instalación de aerogeneradores, la apertura de pistas en lomas y cordales montañosos y las numerosas infraestructuras asociadas, en especial las relacionadas con la evacuación eléctrica”, indica la plataforma.
La entidad también celebró el dictamen negativo de la Xunta respecto al parque Rebordechao, también promovido por la empresa Noruega en la provincia de Ourense y, a juicio de Salvemos Cabana, “inviable a nivel ambiental por su proximidad a espacios amparados por la Red Natura 2000, como el ZEC Macizo Central (código ES1130002), el ZEC Río Támega (código ES1130005), y el Bidueiral de Montederramo (código ES1130003), uno de los bosques de abedules con vegetación eurosiberiana más al sur de Europa”.
Impactos ambientales «inasumibles»
Francisco Conde apuntó a la necesidad de un desarrollo ordenado del sector y exigió el cumplimiento de las garantías ambientales y la limitación de los parques a las áreas ubicadas en el plan sectorial. La única excepción para trascender este perímetro es en el caso de proyectos de gran incidencia social y económica por su función vertebradora del territorio.
“A la espera de la resolución definitiva, que probablemente deniegue la autorización ambiental de los tres parques eólicos, una vez más se ha demostrado que el activismo social y ecologista es clave para dar a entender a la clase política que no todo vale para la implantación a cualquier precio de las energías alternativas, y que la problemática generada por el cambio climático no puede servir de excusa en ningún caso para terminar provocando impactos ambientales inasumibles sobre los grandes reservorios de paisaje y biodiversidad del norte peninsular”, reflexionó Salvemos Cabana.