El aluminio gallego más allá de Alcoa: Extrugasa dispara un 40% sus ingresos
La compañía con sede en Valga cerró el año pasado con 144 millones de facturación y cree que 2022 será "un ejercicio complicado" por el "fuerte incremento de costes"
Dos caras para el aluminio gallego. Mientras la factoría de Alcoa en San Cibrao cumple nueve meses desde el apagado de sus cubas en diciembre, Extrugasa, por el contrario, concluyó el ejercicio con un estirón del 42,3% en su cifra de negocio y la contratación de 64 empleados más.
Así se desprende de las últimas cuentas anuales que la compañía ha depositado ante el Registro Mercantil. En ellas figura una facturación de 144 millones de euros, una cifra que contrasta con los 101,1 millones alcanzados en un 2020 marcado por la crisis del Covid-19.
El mercado exterior aporta casi la mitad de las ventas
Extrugasa, que asienta su cuartel general en el concello pontevedrés de Valga, ha logrado dar un empujón a sus cifras de ventas tras consolidar su proceso de internacionalización. Y es que el mercado exterior ya generó el 47,4% de sus ingresos, un porcentaje que supera en más de cinco puntos al 42% alcanzado el año anterior.
Pese a este acelerón en sus ventas, la firma especializada en la extrusión y fabricación de perfiles de aluminio, se ha visto lastrada por un «fuerte incremento de los costes». Esta escalada en los precios de las materias primas y el transporte provocó que su beneficio retrocediese desde los 6,3 millones de euros alcanzados en el año del Covid-19 hasta los 5,4 millones en un 2021 en el que ha celebrado su 40 aniversario.
Los gestores de Extrugasa vaticinan que estas dinámicas de mercado continúen impactando a lo largo de este año. En el ejercicio 2022 la enorme inestabilidad económica derivada de las consecuencias actuales del Covid en los medios de transporte y logística, la inflación acrecentada por los aumentos en los gastos energéticos y la perspectiva de recesión
global, derivada mayormente por la guerra entre Ucrania y Rusia, hacen que la empresa considere que será un ejercicio complicado».
Es por ello que, según revela la compañía a través de su informe de gestión, sus objetivos de cara a este año pasan por «fortalecer y aguantar la senda del ejercicio 2021, actuando con unas perspectivas conservadores de crecimiento
económico».
De Alcoa a Cortizo y Exlabesa
La firma, que cuenta con once delegaciones de ventas a lo largo de toda España, ve curvas en el horizonte de cara a un 2022 en el que España no cuenta con su única fábrica de aluminio primario. Se trata de la de Alcoa en San Cibrao, que permanecerá cerrada hasta enero del año 2024 tras un parón de dos años por la escalada de los precios energéticos.
Este parón llega en un momento en el que los otros tres gigantes del aluminio en Galicia acechan máximos históricos con su cuenta de resultados. No en vano, Cortizo dio carpetazo al ejercicio 2021 con una cifra de negocio de 696 millones de euros tras facturar un 47% más que antes del Covid. También Exlabesa (con plantas en Valga y Padrón) llevó a máximos históricos sus ventas a lo largo de un 2021 en el que pulverizó la barrera de los 500 millones de euros gracias al tirón del mercado internacional, que aportó el 70% de sus ingresos.