El agujero negro de Navantia: 1.000 millones de pérdidas en cinco años
La compañía pública cerró 2019 con unos números rojos por valor de 144,7 millones de euros, que elevan a 1.063 millones sus pérdidas en el lustro
Navantia agranda su agujero patrimonial. La Sociedad Española de Participaciones Industriales (SEPI) desveló ayer sus resultados del ejercicio 2019, en el que cosechó unas pérdidas de 237 millones de euros, de los cuales 144,7 millones se corresponden a los astilleros públicos españoles.
La firma presidida por Susana de Sarriá encadena otro año fuera de la zona de beneficios y ya suma unos números rojos por valor de 1.063 millones de euros en los últimos cinco años.
Y es que los 144,7 millones de euros que la empresa pública con centros de trabajo en Fene y Ferrol se dejó a lo largo de 2019 se suman a los 225,7 millones de euros de 2018, a los 296,9 millones de 2017, los 229,7 millones de 2016 o los 166,7 millones de euros.
Agujero patrimonial
No obstante, Navantia, que tiene ahora mismo como contratos estrella la construcción de cinco corbetas para Arabia Saudí (su fabricación ya se inició en su astillero de San Fernando en enero del año pasado) y las cinco fragatas F-110 que comenzarán a construirse a partir de 2022 en el astillero de Ferrol, ha logrado reducir sus pérdidas en un 36,2% hasta situarlas en su nivel más bajo desde 2014. Por aquel entonces la firma cerró su ejercicio fiscal con unos números rojos de 27,3 millones de euros.
Pero, pese a atenuar estos números rojos, Navantia sigue alimentando su agujero patrimonial. Las cuentas anuales que el SEPI publicó ayer en el Boletín Oficial del Estado (BOE) reflejan que la firma ya cuenta con unas reservas negativas por valor de 1.227 millones de euros como consecuencia de las pérdidas acumuladas en los últimos años.
