EEUU, el mercado que catapultó a Marta Ortega, ‘arma secreta’ de Inditex frente a Rusia
Con tan solo 99 tiendas físicas, todas de Zara, Estados Unidos, el país que anunció el despegue de la próxima presidenta del grupo textil, se ha convertido en el segundo mercado. Sus beneficios crecieron un 200% desde 2019.
Estados Unidos, el mercado que bendijo a Marta Ortega tan solo unos meses antes de conocerse su fulgurante ascenso a la presidencia no ejecutiva de Inditex, se ha convertido ahora en uno de los principales motores de beneficios del grupo, bajo la lupa de los inversores debido al peso del negocio en Rusia, que ha tenido que abandonar por causa de la guerra en Ucrania.
La memoria anual de Inditex evidencia a las claras el crecimiento a triple dígito del mercado norteamericano. El gigante textil acostumbra a indicar el beneficio antes de impuestos que logra en cada país en el que tiene presencia. Alcanzó un resultado neto de explotación de 253 millones de euros, frente a las históricas pérdidas de 48 millones que registró esta plaza el año del Covid. Es el mercado en donde más rápido se expande. En 2019 sumaba 84 millones. Desde entonces hasta ahora ha crecido en más de un 200%.
De Rusia a Suiza, los otros motores de Inditex
Sorpassa con esta magnitud a Rusia, que cerró el ejercicio 2021 con un beneficio antes de impuestos de 240 millones de euros, casi el triple de los 86 millones que registró en 2020 (fue uno de los grandes mercados que aguantó el golpe de la pandemia) y un 4,8% por encima de las cifras que alcanzó en prepandemia. Al margen de España, tan solo en Suiza logró un ebit superior: de 409 millones de euros. Hay que tener en cuenta, no obstante, que en el país helvético el gigante con sede en Arteixo cuenta con sociedades cartera, como ITX Trading, que podrían ayudar a decantar la balanza en esta comparativa.
Fue la propia Inditex la que, la pasada semana, en la presentación de resultados anuales, destacó el gran rendimiento de Estados Unidos, asegurando que se trata ya de su segundo mercado. En su última rueda de prensa como presidente del grupo, Pablo Isla incidió en este hecho. “EEUU ya se ha convertido en el segundo mercado más importante de Inditex en el mundo por detrás de España. Le vemos muchísimo potencial de crecimiento, tanto por el tamaño del mercado, como por la mayor penetración de Zara en todos los segmentos del mercado nortemericano”, insistió, en unas declaraciones en las que no aclaró, no obstante, cuál era hasta hora el segundo mercado del grupo.
Un mercado asentado sobre el online
En el ascenso americano otro dato llama poderosamente la atención. En el país de Joe Biden, la multinacional tan solo cuenta con 99 establecimientos, todos de su marca insignia (el resto de cadenas del grupo, no obstante, tienen presencia online).
Este hecho sería indicativo del gran peso de las compras online en EEUU. Algo que, aunque no explicitó claramente, deslizó el nuevo CEO de la compañía, Óscar García Maceiras. “Creemos que nuestra capacidad de crecimiento va a continuar sin necesidad de hacer una expansión particularmente intensiva en el número de tiendas”, apostilló.
El dato no ha pasado desapercibido para las grandes casas de análisis. Llamó la atención sobre el hecho JP Morgan. Al margen de otras consideraciones, el banco americano destaca tres factores en su último informe tras la presentación de resultados del líder del gigante textil: el hecho de que EEUU sea el mayor mercado de Inditex tras España en esta nueva etapa; que el proceso de optimización de tiendas –menos y más grandes y tecnológicamente integradas– esté en sus etapas finales (se espera una contribución de espacio neutral para este 2022, entre cierres y aperturas), y que la compañía “haya acelerado la entrada de existencias para la temporada de primavera, con el fin de aumentar la disponibilidad de productos en el futuro ante posibles tensiones de la cadena de suministro, algo muy inusual para el grupo”.
Los analistas del banco neoyorkino ya advertían en un informe emitido el pasado septiembre de la importancia que estaba cobrando el mercado estadounidense para el grupo.
El mercado que puso cara a Marta Ortega
Pero, más factores producidos hace meses revelaban el crecimiento del mercado estadounidense en la geopolítica de Inditex. Al fin y al cabo, allí se produjo la gran puesta de largo mediática de Marta Ortega Pérez.
El pasado año, a finales de agosto, The Wall Street Journal, la biblia del capitalismo, publicó la única entrevista hasta la fecha que ha concedido Marta Ortega Pérez. En la misma se presentaba a la próxima presidenta no ejecutiva de Inditex como “el arma secreta de Zara”. En el reportaje, para muchos el pistoletazo de salida de la operación de sucesión en el imperio textil, la ejecutiva trazó un perfil con sus declaraciones que buscaba puntos de encuentro con la figura de Amancio Ortega, haciendo más gala de humildad que de ostentación.
“Siempre estaré donde la empresa más me necesite. Nunca sabes tu futuro y estoy abierta a él. Pero para ser honesta, me gustaría estar cerca del producto. Creo que es lo que siempre hizo mi padre”, indicó Ortega Pérez, que en esta nueva etapa pasará a tener un sueldo anual de 900.000 como presidenta no ejecutiva, además de embolsarse otros 100.000 por su entrada en el consejo. La nueva directiva no recibirá pagos variables por objetivos de cumplimiento, al contrario que Isla o que García Maceiras. En su informe de retribuciones, la multinacional justifica estos emolumentos “por el valor intrínseco de la persona que ocupa el cargo, por su conocimiento del negocio del retail en el sector de la moda y en el grupo, donde ha desarrollado distintos roles y funciones y su importancia desde una perspectiva institucional”. Tendrá bajo su “responsabilidad directa”, además, las áreas de Auditoría Interna, Secretaría General y del Consejo y Comunicación.
Pero, al margen de las especulaciones sucesorias que destapó en aquel momento la entrevista (y que se hicieron realidad meses después), fuentes del grupo indicaron ya entonces a Economía Digital Galicia que el objetivo más inmediato y por lo que Ortega Pérez habría aceptado la propuesta de WSJ, era reforzar la marca en Estados Unidos, un mercado, apuntaban, donde Zara está en proceso de expansión y donde, casi sin hacer ruido, se ha convertido en una enseña muy popular en el ámbito urbano.
Es decir, la encomienda de Ortega Pérez era la de poner cara a Zara en un mercado en expansión.
Retroceso en China
El crecimiento en EEUU sirve a la multinacional textil para compensar no solo la salida del hasta ahora pujante mercado ruso, también el retroceso en China, que comenzó con la pandemia. El grupo cerró el año fiscal 2021 con un beneficio antes de impuestos de 198 millones en el país asiático. En 2020 la magnitud se había derrumbado hasta el millón de euros, pero alcanzaba los 375 millones en la prepandemia.
La red del mercado chino también sufrió un fuerte recorte. A comienzos de 2021, echó el cierre a las tiendas físicas de Stradivarius, Bershka y Pull&Bear en el país. En la actualidad cuenta con 303 tiendas en China, 20 en Hong Kong, 5 en Macao y 21 en Taiwan.
A cierre de ejercicio, solo en la China continental sumaba más de 5.800 empleados, una cantidad que llegaba a las 11.169 personas en 2019. En la actualidad, Inditex suma casi 6.900 trabajadores en Estados Unidos.
Al margen del retroceso en el mercado chino por el fuerte impacto del Covid, los analistas llevan tiempo llamando la atención sobre las mayores dificultades que el país presenta para las marcas occidentales, debido a una tendencia en el consumo, cada vez mayor, hacía compañías nacionales, el llamado gouchao.
Inditex no alcanzó este ejercicio 2021 los beneficios prepandémicos, tal y como esperaba el mercado, debido al impacto de la ómicron en el último trimestre del grupo. Apuntó la compañía que tuvo que afrontar restricciones en tiendas de Alemania, Austria, Países Bajos, Filipinas, Japón y China. En un informe emitido hace unos días, los analistas de Credit Suisse apuntaban a que una de las preguntas, a este respecto, es “si el desempeño en China está relacionado con el Covid o es subyacente”.
Antes debido a la pandemia y, ahora, por la guerra, la geopolítica de Inditex cambia, así como el peso de sus mercados. La nueva etapa del grupo mira a Marta Ortega y también a Estados Unidos.