Los ecologistas leen la cartilla a Feijóo por los ‘favores’ a Villar Mir

Adega reprocha a Feijóo el "indulto" de 2009 a las minicentrales del Xallas que ahora el empresario Juan Miguel Villar Mir pretende vender

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Si hace unos días eran los ecologistas de Arco Iris los que cargaban contra Juan Miguel Villar Mir por la venta de las centrales, ahora son los de la Asociación para a Defensa Ecolóxica de Galicia (Adega) los que recuerdan al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, que fueron sus presuntos “favores” al empresario los que le han permitido llegar a plantear la segregación de los saltos hidroeléctricos de los ríos Xallas y Grande de las plantas de ferroaleaciones de Ferroatlántica en Cee y Dumbría.

Para la organización ecologista, la imputación de Villar Mir en la ‘operación Lezo’, vinculada a la financiación ilegal del Partido Popular, es un capítulo más de una relación con el partido en el poder en Galicia “salpicada de prebendas, subvenciones y resoluciones administrativas sorprendentes”. 

Precisamente, en este último punto, el de las resoluciones, es en el que hacen hincapié para recordar que algunos de los aprovechamientos que ahora pretende vender el empresario madrileño fueron “indultados” por Feijóo en 2009, año en el que tendrían que haberse declarado caducados por incumplimiento de los plazos los proyectos de ejecución de las centrales hidroeléctricas de Fervenza II, Ponte Olveira II y Novo Castrelo.

Adega apunta que Feijóo indultó a las minicentrales del Xallas a pesar de no ejecutarse en el plazo previsto

Además de haber esquivado la declaración de impacto ambiental de estas instalaciones amparándose en un decreto hoy derogado, Villar Mir consiguió que en mayo de 2012, hace ahora cinco años, se aprobasen los proyectos sectoriales de modificación de los aprovechamientos hidroeléctricos en el río Xallas. En 2013, la Dirección Xeral de Industria, Enerxía e Minas declaró de utilidad pública las tres minicentrales, cuyas obras deberían estar terminadas en 2016, pero a día de hoy siguen en curso

La misma Xunta es quien decide

Sin embargo, todo parece indicar que el dueño de Ferroatlántica no será el encargado de ponerlas en funcionamiento, si se consuman sus planes para segregar y vender los activos hidroeléctricos del grupo, una operación que debe contar con el visto bueno de la Xunta. Un ‘sí’ que desde Adega no dudan que se producirá “visto el escandaloso favoritismo” de la administración gallega con el empresario a lo largo de los últimos años.

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