Duro Felguera pagaba viajes todo incluido al clan chavista de Madrid
La constructora Duro Felguera invitó a vacaciones con los gastos pagados a altos jerarcas del chavismo después de haber recibido un contrato millonario
Los jóvenes que forman uno de los clanes chavistas más perseguidos por la justicia internacional se instalaron en Madrid después de haber conocido España, gracias al viaje de lujo pagado por la constructora asturiana Duro Felguera, que sufragó todos sus lujos en unas vacaciones de ensueño.
La empresa española acababa de ser contratada por el gobierno chavista para poner en marcha una de las mayores eléctricas del país, valorada en mil millones de euros. Y la adjudicación fue posible gracias a estos jóvenes, entonces recién aterrizados en la alta cúpula chavista.
Con el poder llegó el dinero, y con el dinero llegaron los lujos
Luis Carlos de León, Adrián Requena Dugún y Ricardo Lugo Rodríguezpertenecían a la clase media acomodada de Caracas. Formaban parte de un grupo de 15 jóvenes que se conocían desde sus primeros años en los mejores colegios privados y católicos de capital venezolana.
Al aterrizar en la empresa petrolera y la electricidad, Luis Carlos de León y sus amigos los amigos fueron colocándose hasta alcanzar cuotas de poder inimaginables. Y con el poder llegó el dinero. Y con el dinero, los viajes a los mejores hoteles, restaurantes y pases vip a la fórmula 1, una de sus mayores aficiones.
La Fórmula 1 de Valencia
En plena negociación para una de las mayores adjudicaciones de su historia, Duro Felguera invitó a un viaje con todos los gastos pagados a Luis Carlos de León y a sus dos amigos Adrián y Ricardo a la Fórmula 1 de Valencia. No sólo estaban invitados ellos, sino también sus amigos y conocidos.
Fuentes cercanas a los jóvenes ahora perseguidos por la justicia explican que también fue invitado Nervis Villalobos, exviceministro de Energía Eléctrica, arrestado por la Guardia Civil en octubre pasado, y Javier Alvarado, expresidente de la Electricidad de Caracas, que también fue detenido por solicitud de las autoridades de Estados Unidos.
Alvarado y Villalobos, también investigados por el caso de corrupción en la banca andorrana, eran más discretos, pero los jóvenes que operaban bajo su mando no dejaban de enviar fotografías a sus amigos para exhibir los triunfos alcanzados con su nueva vida: hoteles cinco estrellas, restaurantes con estrella Michelin y visita a los estadios acompañados con las estrellas del fútbol español.
La constructora asturiana, hoy investigada por corrupción por la Audiencia Nacional, no escatimaba en gastos. Ninguna atención parecía exagerada para los jóvenes venezolanos que facilitaron y formaron parte del contrato mil millonario.
La constructora asturiana no escatimaba en gastos
El viaje a España incluyó el hospedaje en el hotel Palace, en Madrid, visitas a la fórmula 1 en Valencia y una posterior parada en Palma de Mallorca, donde se jactaron de comer en Flanigan, uno de los restaurantes favoritos del Rey Juan Carlos.
Duro Felguera ha explicado a este medio que no tiene información sobre esos viajes porque todos los ejecutivos que ejercieron cargos de responsabilidad en la compañía en esas fechas ya están fuera. La compañía también ha comunicado que, tras las averiguaciones internas sobre las relaciones de la anterior cúpula con el chavismo, ha concluido que no hubo irregularidades.
Las empresas
Después de la visita patrocinada por Duro Felguera, Luis Carlos de León, a quien su entorno identifica como el líder del grupo, decidió mudarse a Madrid a un chalet de máximo lujo en La Moraleja construido por una prestigiosa y elitista firma de arquitectos.
“Siempre quiso tener un elevado nivel de vida y cuando comenzó a manejar grandes fortunas comenzó a exhibir su nueva vida a sus amigos. Él tiene la nacionalidad estadounidense pero nunca quiso establecerse allí porque decía que en ese país lo cosían a impuestos”, explica un amigo íntimo del hombre que ahora espera por la extradición a Estados Unidos. Su mujer continúa residenciada en la exclusiva urbanización de La Moraleja, según su círculo íntimo. Aunque tras la detención de su marido por parte de la Guardia Civil, ordenó a sus amigas borrar todas las fotos de lujos y excesos en las redes sociales.
Luis Carlos de León, perseguido por la justicia en EEUU y Venezuela, montó una red empresarial aún operativa en España
De León había fundado la empresa Constech en Venezuela, dedicada a la obra civil, que dejó en manos de su mujer cuando entró en la industria petrolera. Al alcanzar la vicepresidencia de asuntos legales de la Electricidad de Caracas, su empresa fue beneficiada con contratos millonarios.
El grupo también cuenta con una empresa radicada en Madrid, Constech Europa, que supuestamente está dedicada a elaborar proyectos energéticos y de petróleo. La compañía, administrada por Julián Osca Pacheco, otro amigo del grupo, registró 65.000 euros de pérdidas el año pasado.
Otra sociedad del grupo dedicadas a actividades patrimoniales, Clitre Spain, está presidida por Ricardo Darío Lugo Rodríguez, que también conoció la dulce vida gracias a Duro Felguera y que ahora vuelve a vivir en Caracas, donde la fiscalía de Nicolás Maduro también ha anunciado diligencias contra el grupo anteriormente protegido por el régimen.
La sociedad presidida por Lugo registró en España casi 11 millones de euros de pérdidas en 2014, según las cuentas depositadas en el Registro Mercantil de Madrid.
La juez andorrana Canòlic Mingorance investiga un posible desfalco de 2.000 millones que salieron de las arcas públicas venezolanas, a través de contratos energéticos operados por este clan, hasta cuentas de la Banca Privada de Andorra (BPA).
Una corte federal en Houston, Estados Unidos, pidió su extradición y Venezuela también quiere iniciar investigaciones ahora acerca de su fortuna. Ricardo Lugo huyó a Caracas después de que sus amigos y socios fueron detenidos en Madrid. Y Adrián Requena, que vivía en Venezuela, emigró a Costa Rica, después de que las oficinas fuesen inspeccionadas por la policía en Caracas. Pese a todo, la estructura empresarial en España continúa operativa.