Dolores Ortega y Rodríguez Cebrián preparan el entierro de su mayor sicav
La sobrina de Amancio Ortega y el ex director general de Inditex dan de baja la sicav Silleiro, con 14 millones de patrimonio, y activan una reducción de capital en Vivero, que maneja más de 18 millones
El proceso de liquidación y transformación de las sicavs de las grandes fortunas gallegas sigue su curso tras el cambio de normativa que obligaba a justificar un mínimo de cien socios con al menos 2.500 euros de inversión para mantener las ventajas fiscales de estos vehículos financieros. El cerco a los llamados mariachis, accionistas de paja sin peso en el accionariado pero que permitían acogerse a esa fiscalidad, provocó una estampida. También en Galicia, donde Sandra Ortega, Modesto Rodríguez o Fernández Somoza decidieron enterrar sus sicavs.
Ese es el camino que tomó también el matrimonio formado por Juan Carlos Rodríguez Cebrián, ex director general de Inditex, y Dolores Ortega Renedo, la sobrina de Amancio Ortega. Los dos controlaban tres sociedades de inversión, de las que solamente queda una. Y todo apunta a que correrá la misma suerte que sus compañeras de viaje.
La primera en caer fue Río Nora ya en 2020, antes de la nueva regulación. Era la más pequeña, con solamente 2,4 millones de patrimonio en el momento de su liquidación. Quedaron Silleiro y Vivero, mucho más voluminosas, pues entre las dos casi alcanzaban los 40 millones de patrimonio. Las gestoras, BBVA Asset Management y Santander Private Banking, respectivamente, anunciaron en marzo de este año que la intención era cerrar las dos sicavs.
Vivero maneja un patrimonio de 18 millones
La primera de ellas, Silleiro, ya causó baja como sociedad de inversión colectiva el 16 de diciembre, según consta en los registros de la CNMV. Previamente, la junta general de accionistas, controlada por Ortega y Rodríguez Cebrián, aprobó una reducción de capital de 7,3 millones, según recogió el BOE en agosto.
Vivero, la sicav de mayor tamaño del matrimonio, continúa activa en los registros bursátiles, aunque todo hace indicar que se prepara para decir adiós. La junta de accionistas celebrada el 22 de noviembre acordó derogar los estatutos sociales de la sociedad, añadir como objeto social la compraventa, administración y arrendamiento de fincas rústicas o urbanas, entroncando a la sociedad con la actividad inmobiliaria y promotora que caracteriza al grupo familiar. Además, Vivero decidió reducir capital por 806 euros para la devolución de aportaciones a accionistas minoritarios.
Aunque el documento, firmado por la propia Dolores Ortega como presidenta, no incorpora la baja como sicav, todo apunta a que los planes trazados a comienzos de año siguen en pie. A cierre del tercer trimestre del ejercicio, Vivero tenía un patrimonio de 18 millones.