Diez claves para entender el hidrógeno verde que ansían Endesa y Reganosa en Galicia

Los proyectos con esta nueva energía se reproducen en España al calor de los fondos europeos. Pero, ¿serían competitivos sin ayudas?

La ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera / EFE

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La fiebre por el hidrógeno verde se instaló en Galicia y en el resto de España de la mano de las políticas de descarbonización y al calor de los fondos europeos. En una reciente visita, la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, indicó que desde la comunidad se han presentado 195 propuestas a las distintas manifestaciones de interés lanzadas por su departamento, con proyectos vinculados a una inversión superior a los 23.500 millones de euros. Destacan hasta 35 proyectos de hidrógeno renovable de unos 700 millones y que abarcan “toda su cadena de valor, desde la producción hasta el transporte y el consumo en el ámbito industrial”.

En la comunidad destacan, sin ir más lejos, los proyectos de hidrógeno presentados por Endesa y por el consorcio Reganosa-EDP para el ámbito de As Pontes. Pero, realmente, ¿puede llegar a ser competitivo en hidrógeno lejos de las ayudas públicas? Aquí, una breve guía sobre el denominado combustible del futuro.

Hidrógeno como combustible

Explica un reportaje de la Agencia Efe que el hidrógeno no existe libre en la naturaleza. Para fabricarlo es preciso un proceso de electrolisis: se aplica la electricidad al agua para separar las moléculas de hidrógeno del oxígeno. La tecnología es conocida desde hace décadas, pero aún es cara y, por lo tanto, poco competitiva.

Pero, ¿qué es el hidrógeno “verde”?

El hidrógeno tiene distintos apellidos, según el origen de la electricidad usada para generarlo. Azul o gris (de gas natural) y hasta negro (de carbón). Todos Estos producen CO2 al generarlo. Verde es el que utiliza como origen de la electricidad las energías renovables, de la solar a la eólica. Es por eso que los grandes proyectos avanzados hasta el momento en Galicia llevan a aparejada la instalación de megavatios eólicos.

Por qué la fiebre del hidrógeno

Principalmente, por la descarbonización. Si se quiere cumplir el objetivo de emisiones cero de CO2 para el año 2050, usar hidrógeno como combustible puede descarbonizar sectores que son muy complicados de electrificar, como los aviones o los barcos, además de las industrias química y siderúrgica.

La oportunidad europea

Apunta EFE que el hidrógeno también se ha convertido en una especie de bandera tecnológica europea. El hidrógeno verde es todavía tan incipiente que se pueda ganar la carrera por fabricar electrolizadores.

China va a poner en marcha un proyecto de 150 megavatios este mes de febrero, alimentado por eólica, mientras que en España hasta 2025 no se prevé tener uno de 100 megavatios, pero no es un retraso notable. La clave va ser la investigación para ver quién en la próxima década le saca más densidad de energía a una molécula de hidrógeno.

¿Ventajas medioambientales?

Al fabricar hidrógeno verde sale vapor de agua, cero emisiones de CO2. Además, el suministro es seguro, porque el hidrógeno se conserva tanto en gas como en líquido. Al poder almacenarse a largo plazo y en grandes cantidades, facilita el uso de las energías renovables.

Costes aún disparados

Por ahora, la mayoría de los promotores de proyectos de hidrógeno indican que, a gran escala, sigue sin ser competitivo. Su mayor reto está en los costes. El verde es 2,5 veces más caro que el gris. Los optimistas creen que en diez años podría ser competitivo. Dependerá de lo que se avance en investigación, del precio de las renovables que se usan para fabricarlo y del coste de los competidores, el diésel o el gas natural, ahora disparados.

¿Cuánto hidrógeno se produce?

Poquísimo. En España, 627.000 toneladas anuales de hidrógeno gris, que se usa para el sector de refino (en Repsol) y fabricar amoníaco. En toda Europa se usan siete millones de toneladas anuales de hidrógeno. Por comparar, una única refinería como la vizcaína de Petronor procesa doce millones de toneladas de combustibles anualmente.

Los objetivos del Gobierno

Según los planes del Ministerio de Transición Ecológica, el primer objetivo se ha puesto en lograr una potencia instalada de electrolizadores de entre 300 MW y 600 MW para 2024, y 4 gigavatios para 2030.

¿Burbuja?

Todos estos proyectos aspiran a los fondos europeos que se van a repartir este año, una de las claves de que el hidrógeno verde esté de moda, hasta el punto de que algunos hablan de burbuja.

¿Exportadores de hidrógeno?

A largo plazo, Europa aspira a que en 2050 el 12% de la energía consumida proceda de hidrógeno verde. Más de la mitad, el 52%, sería española. Esto se debe a la potencialidad el viento y sol español. El tiempo dirá si, realmente, España se convierte en una potencia exportadora con este tipo de energía.

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