DIA acaba atornillada en bolsa por los fondos
Las apuestas han salido redondas a los inversores, que llevan camino de atesorar cerca 90 millones de acciones a préstamo, casi el 14% de su capital
En medio de investigaciones judiciales a DIA, tanto por las supuestas estafas a sus franquiciados como por acusaciones de vender productos básicos a precio de mercado vulnerando las reglas de competencia, los fondos especulativos siguen a lo suyo para sacar el máximo provecho a la cotización de la multinacional española de distribución.
A diferencia de lo que suele ocurrir con la toma de posiciones cortas, que responden a operativas más o menos acotadas en el tiempo, en el caso de DIA estos fondos han visto una veta de rentabilidad de la que no quieren descolgarse.
Basta ver el histórico de estas posiciones comunicadas a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), para comprobar cómo en los últimos doce meses el capital de DIA sujeto a estas operaciones especulativas va camino de alcanzar el 14%, tras crecer por encima del 20% en el último año.
Se aproximaría a los 90 millones de acciones, que no han sido efectivamente adquiridas, sino que se encuentran a préstamo, con la única idea de apostar a que el precio pagado, en un determinado momento, disminuya, y que lo haga en el menor tiempo posible.
Operativa milimétrica
Un vistazo a la cotización de DIA en el lúltimo año sirve para ver cómo, de manera milimétrica, la operativa de estos fondos son los que están determinando el que la distribuidora suba o baje en el parqué.
Son movimientos de corto alcance, tanto en un sentido o en otro, pero suficientes para obtener buenas rentabilidades del grupo presidido de manera simbólica por Ana María Llopis y realmente dirigido por Ricardo Currás, su consejero delegado que acaba de recibir casi 52.000 acciones como beneficiario del plan de incentivos 2011-2014.
Subidas y bajadas controladas
DIA cerraba el 22 de septiembre de 2015 en 5,08 euros y ayer lo hizo en 5,6. Una pequeña subida interanual del 12% que obedece, simplemente, a que en estos momentos los tenedores de los títulos a préstamo se encuentran calentando el valor para, cuando estimen oportuno –en función de las apuestas realizadas– provocar una bajada controlada.
Lo mismo que hicieron, entre septiembre y octubre del año pasado, para elevar de 5 a 6 euros la cotización de la distribuidora, o cuando, ya en 2016, se movieron en sentido contrario, llevando a poco más de 4 euros en abril. Un mes después, volvía a estar en 5,2 euros.
Nuevos fondos a la búsqueda de ganancias
Otra prueba de que esta operativa resulta rentable es la continua entrada de nuevos inversores. De los 17 fondos que mantienen posiciones cortas en DIA, siete lo han hecho entrandoo en los últimos doce meses.
Los dos últimos –Darsana Capital y Capital Fund-, el pasado mes de agosto, y, de momento, están a la espera de seguir ahondando más en comprar más acciones de DIA a crédito.
Nada que ver con la estrategia seguida por AQR Capital que, entre mayo y septiembre de 2016, ha triplicado el capital a corto en la distribuidora hasta el 1,4%, en línea con AKO Capital y Dalton Strategic, que lo han duplicado, hasta el 1%.
De los fondos más antiguos, el gigante Blackrock –que además es accionista de referencia de DIA con el 3% del capital– tiene derivados unos 6 millones de acciones (en torno al 1% del capital) en estos instrumentos financieros.