¿Desabastecimiento de leche en noviembre? Los ganaderos sacrifican cada vez más vacas
El sacrificio de vacas lecheras, 50.000 reses en el último año y medio, no deja de crecer por el incremento de costes de la producción de leche; "al paso que vamos no habrá leche en octubre o noviembre", dicen los ganaderos
El ritmo de sacrificio de vacas lecheras en España no deja de crecer, con 50.000 reses en el último año y medio. A los ganaderos les sale más rentable vender la carne que mantener la producción de leche debido al incremento de costes, que afecta a la electricidad y los combustibles, pero también a la alimentación animal. Las vacas más viejas, que producen menos leche pero que han ganado valor en la restauración, están siendo sacrificadas con más intensidad para la venta de su carne.
El problema es que España es un país deficitario en leche, de manera que esta tendencia podría provocar desabastecimiento de cara a finales de año. Los últimos informes reflejan que la producción comenzó a descender en marzo, cuando registró una caída del 1,4% anual, y en junio ese retroceso fue del 2,7 %. Frente a esto, la encuesta de sacrificio de ganado del Gobierno recoge que el número de bovinos (de carne y de leche) enviados al matadero subió un 10,10% interanual en mayo (último mes disponible) y un 7,15 % en el acumulado de enero a mayo.
Menos de 800.000 vacas
El presidente de la principal asociación de lecheros de España (Agaprol), Francisco Fernández, ha justificado esta «realidad» porque los ganaderos están «justos de rentabilidad y perdiendo dinero en muchos casos». Ante esa situación, se opta por «sacrificar vacas, generar liquidez y dar de comer al resto que producen más leche».
Todo ello ha llevado a que el censo de vacas de ordeño ya esté por debajo de las 800.000 cabezas y con una producción de leche en ritmo descendente que será más acusado en estos meses de verano, cuando los animales producen menos. De hecho, prevé que en otoño haya problemas de suministro de leche en un país ya de por sí deficitario de este alimento.
Según Fernández, hay «nerviosismo» en la industria y en la distribución ante esta situación que puede generar falta de existencias.
«Seguro que no habrá leche»
El responsable del sector lácteo de Asaja, Ramón Artime, ha suscrito todo esto y ha matizado que, «al paso que vamos, en octubre-noviembre seguro que no habrá leche», y los «primeros que lo pagarán serán los queseros pequeños que tendrán problemas de abastecimiento».
La «tormenta perfecta» arrancó en junio del año pasado con el encarecimiento de los costes de los cereales, a los que se fue sumando la subida del gasóleo, de la energía y la irrupción de la guerra en Ucrania, que complicó la situación, según ha explicado.
Aunque una parte de esa subida de los costes se ha repercutido a lo largo de la cadena, hasta incrementar el precio de venta al público de la leche cerca de unos 20 céntimos/litro de media, no han llegado a cubrir todos los costes. Por eso, se ha optado en muchos casos por sacrificar más vacas ya que su carne se ha revalorizado «muchísimo en primavera-verano».
La salvación de las granjas ha sido la carne y no la leche
En COAG han mantenido un análisis similar y han asegurado que en el sector lácteo, el animal se envía al matadero más «cuando la vaca vale dinero» y es «la realidad que ahora hay detrás de todo esto», según ha indicado a Efe el responsable del vacuno de carne, Joaquín Gargallo. Esa tendencia también se está notando en el vacuno de aptitud cárnica, aunque en menor medida que en la leche, ha matizado. Gargallo tiene claro que es «un buen momento para sacrificar ganado mayor, porque tiene valor».
El secretario de Ganadería de UPA, Román Santalla, ha reafirmado que se están enviando al matadero «más animales de lo que debiera ser habitual, principalmente de vacuno». En el caso de las vacas productoras de leche, los ganaderos están optando por sacrificar aquellas que producen menos de «25-28 litros diarios» porque con la venta de su carne obtienen un mayor valor.
La situación es tal que, según ha remarcado, «una parte de la salvación de las granjas ha sido la carne y no la leche». A pesar de todo, Santalla es optimista y cree que en los próximos meses el precio de venta en origen de la leche pueda cubrir los costes de producción, con lo que se pondría freno a esa tendencia a sacrificar más ganado.