Dépor: ‘match ball’ ante el CSD y un Tebas en sus horas más bajas
El club se agarra a una liga de 24 en la reunión de CSD, RFEF y la Liga de hoy después de que el TAD tumbase el descenso administrativo del Fuenlabrada
El Dépor afronta su Día D. El Consejo Superior de Deportes (CSD), la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y la Liga de Fútbol Profesional (LFP) se reúnen a partir de las 17.00 horas de este jueves para desbloquear el caos en el que se encuentra el fútbol español desde el estallido del Caso Fuenlabrada. Del encuentro saldrá el calendario de la próxima temporada y se conocerá el número exacto de equipos que compondrán la Segunda División en la próxima campaña (22, como defiende La Liga, 24, como plantea la Federación, o 26, como ha propuesto la Asociación de Futbolistas Españoles).
El CSD se ha visto obligado a mediar ante el pulso librado entre la Federación y La Liga, que afronta su mayor crisis en los siete años de mandato de Javier Tebas, que ahora se ve acosado por varios frentes. El principal es su papel en la gestión del Caso Fuenlabrada. El Deportivo ha pedido su inhabilitación al CSD al entender que había incurrido en administración desleal, abuso de poder y un conflicto de intereses con el club madrileño, al que le unen lazos familiares y económicos. Además de tener a su hijo como secretario del consejo de administración del Fuenlabrada, Javier Tebas ha cobrado más de 100.000 euros por realizar servicios de “asesoría legal y económica” a empresas del presidente del Fuenlabrada, entre los cuales se encuentran el hecho de llevar el preconcurso de acreedores de la constructora Gadepra o el asesoramiento al propio Jonathan Praena sobre la mejor forma de hacerse con el control accionarial del club madrileño, según se ha conocido este miércoles.
Los números acosan a Tebas
Y es que el mandato del presidente de la patronal del fútbol español está marcado por las protestas de las aficiones hacia los controvertidos horarios impuestos por La Liga, que la institución ha justificado en todo momento por la necesidad de vender mejor unos derechos televisivos por los que se han pasado de ingresar alrededor de 750 millones de euros registrados en la temporada 2011-12 a los 2.037 millones de euros actuales (cifra en todo caso lejana a los 3.466 millones de la Premier League). La diferencia con el fútbol inglés amenaza con ensancharse aún más tras la posible salida de Leo Messi, que restaría atractivo a la Liga española y podría asestar un golpe a la previsión de ingresos de los clubes.
A esta marejada que rodea a los ingresos televisivos de la Liga se suman los nubarrones que se ciernen sobre la situación económica de tres clubes. El Málaga, administrado judicialmente desde comienzos de este año, ha planteado un expediente de regulación de empleo (ERE) para once jugadores para poder cuadrar sus cuentas (la temporada pasada se saltó el límite salarial por casi 15 millones de euros), mientras que el Real Zaragoza ha tenido que solicitar ante el juez la suspensión del tercer pago de 2,4 millones de euros pactado en el convenio de acreedores y el Valencia, por su parte, ha ofrecido abonar pagarés a su plantilla ante la imposibilidad de hacer frente a sus salarios. Estos tres casos vuelven a reabrir las costuras de las cuentas de los clubes del fútbol español, dejando en evidencia el mantra defendido por Javier Tebas de que el fútbol español “estaba saneado”, gracias al control económico impulsado bajo su mandato bajo fórmulas como el límite salarial.
¿Decisión salomónica?
El Javier Tebas más debilitado desde que ejerce el control de la LFP afronta esta reunión con dos prioridades. La principal, mantener una Segunda División de 22 equipos al alegar, entre otros motivos, que, de elevar el número de clubes a 24 se provocaría un impacto negativo de tres millones de euros sobre el resto de participantes, aunque según los cálculos de este diario, la reducción no llegaría al millón de euros de media. El otro caballo de batalla de Javier Tebas en el cónclave de este jueves es la salvación del Fuenlabrada, un asunto que ayer logró atar después de que el Tribunal de Arbitraje Deportivo, dependiente del CSD, dictaminase que la competencia sobre un descenso administrativo del club madrileño corresponde a la propia Liga, cuyo juez de Disciplina Social decidió dar carpetazo al caso sin necesidad de practicar testificales a las distintas partes.
Las dos prioridades de la Liga chocan con las de la RFEF. La institución presidida por Luis Rubiales, cuya disputa con Javier Tebas es pública y ha ido a más con el Caso Fuenlabrada, ve arrebatada ahora su competencia sobre el descenso disciplinario del Fuenlabrada (a la espera de posibles recursos) que planteaba su juez instructor, pero mantiene su pulso por una liga de 24 con la que busca resarcir al Deportivo y el Numancia de la polémica decisión de haber quebrado el criterio de horario único en la última jornada de Liga.
Al CSD le tocará mediar en este choque de trenes en el que, de momento, solo la RFEF ha visto arrebatada una de sus pretensiones y en el que está por ver qué decide sobre los otros dos puntos que quedan en el aire (la inhabilitación de Javier Tebas y la Segunda División de 24) y opta por una decisión salomónica para deshacer el bloqueo en el que se encuentra inmerso el fútbol español.