Stellantis reserva más de tres millones para pagar las demandas de clientes por el cártel del coche

El fabricante, que ya encajó multas de 53,3 millones por manipular el mercado de venta de automóviles, dice que el impacto de las demandas es todavía impredecible, pues desconoce cuántas recibirán y en qué sentido se pronunciarán los tribunales

Cadena de montaje de la fábrica de Stellantis en Vigo / Stellantis

Cadena de montaje de la fábrica de Stellantis en Vigo / Stellantis

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Stellantis ha decidido reservar dinero para afrontar la posible cascada de demandas por su participación en el denominado cártel del coche. El fabricante con plantas en Vigo, Zaragoza y Madrid fue sancionado por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia en el año 2015 por intercambiar información sensible y fijar precios en los concesionarios y en los servicios postventa. Aquella resolución del superregulador impuso multas por valor de 171 millones que se repartieron entre los principales operadores del mercado español. Junto a Stellantis, fueron sancionados también BMW, SEAT, Toyota, Mercedes, Hyundai, Nissan, Volvo o Ford. Las comercializadoras de esas marcas, que fueron las filiales penalizadas –PSAG, en el caso de Stellantis–, controlaban cerca del 90% del mercado.

Aunque las compañías recurrieron, el Tribunal Supremo consideró acreditado el cártel, que operó entre 2006 y 2013, y declaró firmes las sanciones. Al grupo de Carlos Tavares le corresponden 53,3 millones repartidos en dos multas que a cierre del pasado ejercicio estaban aún pendientes de abonar. Pero el litigo tenía una segunda parte en la que está ahora inmerso el grupo. Una vez firmes las sanciones, los clientes que adquirieron vehículos en ese periodo se sintieron perjudicados por la adulteración del mercado que supuso el cártel y reclamaron una compensación por el teórico encarecimiento de los coches. Dicho de otra manera, la tesis de los demandantes es que en un mercado sin adulterar, habrían podido comprar más barato, por lo que deben ser indemnizados por el sobrecoste.

Stellantis ya ha afrontado diversas demandas de este tipo con resoluciones dispares. La primera sentencia favorable a una clienta afectada por el cártel del coche la emitió el Juzgado de lo Mercantil número 5 de Madrid, fijando una compensación del 5% del precio de compra; mientras que la primera en Galicia, del Juzgado de lo Mercantil número 1 de Pontevedra, fijó una devolución del 10%. En otro caso, el Juzgado de lo Mercantil número 1 de Murcia desestimó la demanda de una compradora al no considerar acreditado el daño sufrido al adquirir su vehículo durante el periodo que operó el cártel. La compañía cuenta para su defensa con un informe pericial de KPMG en el que intenta demostrar precisamente eso, que el cártel, ya acreditado por los tribunales, no supuso daño alguno para los usuarios al no adulterar los precios de venta.

Stellantis reconoce incertidumbre sobre el caso

Mientras transita semejante vericueto, Stellantis ha decidido reservar por primera vez fondos por el posible impacto en sus finanzas de las sentencias desfavorables. En las cuentas anuales de Stellantis España, la sociedad que agrupa las fábricas y que engulló la comercializadora PSAG, reconoce una provisión de 3,3 millones para cubrir las posibles condenas.

Así lo explica la compañía: «Como consecuencia del mencionado expediente de la CNMC, desde mediados de 2022 la sociedad está recibiendo numerosas reclamaciones judiciales y extrajudiciales de clientes supuestamente afectados, reclamando indemnizaciones por daños y perjuicios en la compra de vehículos hasta 2013, que en el caso de las primeras se están sustanciado en procedimientos judiciales contra la sociedad, obteniéndose hasta la fecha sentencias en su mayor parte favorables, aunque no permiten confirmar una tendencia futura. En este sentido, al 31 de diciembre de 2022 la sociedad ha constituido una provisión de 3.343 miles de euros para cubrir las condenas a las que la Sociedad tuviera que hacer frente».

El grupo español de Stellantis admite una gran incertidumbre respecto al proceso, principalmente por las reclamaciones extrajudiciales recibidas. Alega que no puede hacer una estimación del riesgo futuro ya que desconoce cuántas de esas reclamaciones se convertirán en demandas ni en qué sentido se pronunciarán los tribunales.

Los modelos vendidos durante el cártel

 La Agrupación de Afectados por el Cártel del Coche, uno de los diversos grupos organizados en torno a despachos de abogados para las demandas, señaló en su momento que los modelos vendidos por Citröen durante el periodo del cártel fueron el el Citroën C1, Citroën C3, Citroën C4, Citroën C5, Citroën C6, Citroën C8, Citroën C-TRIOMPHE, Citroën C-CROSSER, Citroën DS3, Citroën DS4, Citroën DS5, Citroën Grand C4 Picasso, Citroën Jumper, Citroën Jumpy y Citroën Nemo.

En el caso de Peugeot se trataría del Peugeot 107, Peugeot 108, Peugeot 206, Peugeot 207, Peugeot 208, Peugeot 407, Peugeot 4007, Peugeot 4008, Peugeot 3008, Peugeot 308, Peugeot 5008, Peugeot 508, Peugeot Expert, Peugeot Partner y Peugeot RCZ.

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