Del ladrillo a las Dr. Martens: el negocio de moda de San José aguanta el impacto del Covid
Comercial Udra, filial del grupo de construcción San José y dedicada a la distribución de grandes marcas internacionales como Fred Perry o Dr. Martens esquivó los números rojos el año de la pandemia
El 2020, año del estallido de la pandemia del Covid, San José, la constructora de Jacinto Rey, logró salvar los muebles. El grupo consiguió aumentar (levemente) sus ingresos, de 958 a 961 millones de euros y esquivó los números rojos. Es cierto que el resultado neto del ejercicio se derrumbó un 86,5%, de los 163,1 a los 22 millones de euros, pero también lo es que el año fiscal 2019 no tiene comparación, ya que en él se produjo la enajenación del 14,46% de las acciones de la sociedad Distrito Castellana Norte, la conocida como Operación Chamartín, que el grupo de origen gallego vendió a la socimi Merlin Properties.
Hace poco más de un mes, cuando la cotizada presentó resultados, destacó las magnitudes conseguidas en el negocio de la construcción, cuyos ingresos generaron a lo largo del pasado ejercicio 867,6 millones de euros. No obstante, la cuenta de resultados consolidada del grupo, remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) arroja también luz sobre cómo afrontaron el año de la irrupción del coronavirus las filiales del grupo con un objeto de negocio más diversificado. Destaca, entre ellas, Comercial Udra, sociedad de la que San José posee en 100% y que representa el desembarco de Jacinto Rey en el negocio de la distribución de moda.
Beneficio de 1,3 millones de euros
Según destaca el propio grupo, Comercial Udra es “una de las distribuidoras más importantes y con mayor proyección de España y Portugal” que “desarrolla su actividad desde hace más de veinte años a través de sus áreas de deporte y moda, donde cuenta con marcas globales de reconocido prestigio”. Y es que Udra distribuye prendas deportivas y de moda con marcas tan reconocidas y tan demandadas como Arena, Teva, Hoka, Diadora, Hunter, Fred Perry y Dr. Martens.
Comercial Udra SAU, de la que cuelgan distintas filiales con las distribuye las reclamadas prendas (Arserex, Outdoor King, Running King, Athletic King, Vision King, Basket King y Trendy King) logró esquivar los números rojos el año del coronavirus. Con un patrimonio neto de 7,5 millones de euros, la sociedad finalizó el año de la pandemia con un beneficio de casi 1,3 millones de euros. El resultado de explotación, según los datos consolidados del grupo remitidos al regulador bursátil, fue de 22.000 euros en negativo. Con domicilio social en Pontevedra, la compañía cerró el año precedente, 2019, con un resultado neto de más de cuatro millones de euros.
La bonanza de las botas de moda
En el resultado de la sociedad hay que tener en cuenta los dividendos que percibe por parte de las participadas con las que distribuye las prendas deportivas y de moda. Comercial Udra funciona, según se aclara en las últimas cuentas presentadas ante el Registro Mercantil, como cabecera de un grupo mercantil que, de forma consolidada, el año anterior a la pandemia facturó 23,35 millones de euros.
Durante 2019, Comercial Udra acordó un dividendo a cuenta de tres millones de euros a su accionista único. Ese año, todas las sociedades dependientes de la cabecera cerraron con beneficios, destacando Trendy King, que sobrepasó el millón de euros. Es esta sociedad, precisamente, con la que pilota la distribución de las famosas botas Dr. Martens.