De Sanxenxo a Oleiros: la demanda de segundas residencias crece en la costa gallega
Con un precio medio en viviendas unifamiliares de 500.000 euros, la demanda crece en Galicia, impulsada también por el circuito de alquileres vacacionales
Tras el cambio de tendencia que trajo la pandemia en el mercado inmobiliario y el boom de los alquileres vacacionales, la demanda de inmuebles para segunda residencia en la costa gallega vuelve a crecer. Y lo hace, además, cuando el stock ha bajado considerablemente en la última década y con el empuje de dos zonas: Oleiros, en A Coruña, y Sanxenxo, en Pontevedra.
Los datos de la patronal inmobiliaria gallega, Fegein, son claros. Comparativamente, en la última década se contabiliza una reducción de stock de casi un 70%. En mayo de 2012, en la comunidad había un total de 15.000 viviendas en el circuito de comercialización mientras que, en la actualidad, la cifra se ha reducido a unas 4.500 viviendas. Crecen las promociones en la costa gallega ya que, en estos momentos, se computan unas 250 viviendas repartidas en 30 promociones distintas.
Un mapa gallego con distintos precios
Sobre la considerable reducción de inmuebles en el circuito de comercialización, Benito Iglesias, el presidente de Fegein, aclara, no obstante, que la cifra no significa que en la última década se hayan vendido 10.500 inmuebles de segunda residencia. “En algunos casos, efectivamente, los propietarios han vendido, pero también han arrendado como viviendas vacacionales o, simplemente, las han retirado de la venta”, aclara. “Según nuestras estimaciones, podemos decir que se han comercializado más de 6.500 viviendas de segundas residencias, se han derivado al circuito de arrendamiento de viviendas vacacionales unas 3.500 y otras 500 se habrían retirado por un cambio en la coyuntura económico de los propietarios”, comenta.
En cualquier caso, la mayor demanda, unida a una oferta más pequeña y la pujanza del alquiler de vacaciones también ha derivado en que los precios suban, aunque no en toda la geografía gallega. Indican desde la patronal inmobiliaria que se ha notado “un incremento muy significativo” de los precios de la vivienda de segundas residencias en las Rías Altas y Baixas, siendo los municipios de Oleiros y de Sanxenxo los principales exponentes. “En la Mariña lucense, no obstante, al ser casi todas las viviendas de procedencia bancaria, los precios siguen siendo de derribo”, apuntan.
En este momento, el precio medio de una vivienda unifamiliar en la costa gallega para segunda residencia se va al medio millón de euros, mientras que en el caso de apartamento o piso el precio se reduce hasta los 250.000 euros.
Los ayuntamientos con oferta
Por provincias, en Pontevedra hay unas 1.750 segundas residencias en el circuito inmobiliario. Hay en estos momentos unas 12 promociones, la mayoría concentradas en el ayuntamiento de Sanxenxo y su área.
En el caso de A Coruña, la oferta sube a unas 1.900 viviendas, con 11 promociones nuevas de segunda residencia, la mayoría, en este caso, concentradas alrededor del ayuntamiento de Oleiros y sus alrededores.
La cantidad baja considerablemente en la costa lucense, con 850 inmuebles, siendo las promociones nuevas de segunda residencias unas seis, todas de procedencia bancaria y la mayoría en los concellos de Burela y Viveiro.
El empuje de la vivienda turística
En cualquier caso, la demanda crece y, en muchas ocasiones, con los compradores con la idea de derivar posteriormente estos nuevos activos al alquiler vacacional. “El perfil de comprador en la costa gallega es variado. Hay desde pequeños rentistas que adquieren una vivienda para alquilarla en el circuito de comercialización de viviendas vacacionales, que va a más, a familias del interior de Galicia o de comunidades como Madrid o Castilla y León que buscan una segunda residencia de descaso que no sobrepase los 180.000 euros. También se ha detectado un repunte de clientes del norte de Portugal y de Europa. En todo caso, es el eje Sanxenxo-Oleiros el que tira de las ventas y el alquiler de vivienda turística”, declara Iglesias.
Para el presidente de Fegein, “la inseguridad jurídica actual, con una ley de vivienda intervencionista y el aviso de penalización a la vivienda vacía, hace que los propietarios se estén pasando en masa a la vivienda vacacional”. “Solamente las rías, baixas y altas, aglutinan ya un 72% de reservas de viviendas vacacionales para julio y agosto a estas alturas de mayo. El rango más bajo de precios está entre los 1.000 y los 1.800 euros la semana y el mes, mientras que el más alto llega a los 3.800 euros un mes completo y 2.000 euros una semana. Las previsiones para este verano superarían el 90% de la ocupación en julio y agosto”, explica.