De Sanbrandan a Ingapan: golpe del Covid al pan hecho en Galicia

Tanto el grupo coruñés de panadería como el lucense, en manos de Europastry, vieron cómo sus ingresos caían, arrastrados por el impacto de la pandemia en el sector hostelero

El presidente de Europastry, Jordi Gallés

El presidente de Europastry, Jordi Gallés

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La crisis sin precedentes del sector hostelero el año de la pandemia arrastró también a sus grandes proveedores, entre ellos, los grupos de panadería y bollería. El impacto se refleja perfectamente en las cuentas anuales recientemente remitidas al Registro Mercantil de Ipasa, la dueña de la coruñesa Sanbrandan, e Ingapan SLU, sociedad que aglutina gran parte de la actividad en Galicia de Europastry, el gigante que en 2019 se hizo con el 100% del grupo lucense de la familia Chousa.

Con sede en el coruñés polígono de Agrela, Ipasa (Industriales Panaderos Agrupados) cerró el año de la pandemia con una caída de ingresos y, de nuevo, entrando en números rojos. La cifra de negocios de los dueños de las panaderías Sanbrandan cayó algo más de un 18%, al pasar de 20,7 millones de euros a 16,8 millones. El resultado de explotación, el propio de la actividad de la compañía, se fue hasta los 286.000 euros en negativo. La firma acabó el ejercicio con unas pérdidas de 217.000 euros, frente a los ajustados beneficios de 41.000 euros que contabilizó doce meses antes.

Sanbrandan, el discreto imperio coruñés

En la memoria que acompaña a su balance, los administradores de la compañía coruñesa indican que tanto la caída de ingresos como la entrada en números rojos deriva del impacto de la crisis sanitaria del Covid. No solo por el retroceso de ventas, sino por el incremento de los costes derivados de los protocolos sanitarios.

La compañía, con un capital muy atomizado y presidida por Sofía López Regueiro, participa a su vez en otras dos sociedades, Distribuciones Josempan, que se dedica a la comercialización de productos congelados de panadería y pastelería, y Panipan Macape, otra filial panadera. Las dos firmas también habrían cerrado el ejercicio en números rojos de 24.000 y 12.000 euros, respectivamente.

El gran mercado de Ipasa, con una plantilla que ronda los 270 empleados, se circunscribe a A Coruña. De los 16,8 millones de euros en ventas contabilizados en 2020, 10,6 millones se realizaron en la provincia. Además, del total de ingresos contabilizados, 12,3 millones proceden solo de ventas de pan.

Panadería Sabrandan en A Coruña

El retroceso del gigante Europastry

Con diferencias derivadas principalmente de su tamaño, la lucense Ingapan, en manos del gigante catalán Europastry, también notó el impacto de la pandemia, si bien esta logró esquivar los números rojos.

La compañía de la familia Gallés entró en el capital de Ingapan en el año 2017 y se hizo con el 100% en 2019. El grupo es uno de los referentes europeos en la distribución del pan congelado y, según publicó el pasado mes Expansión, cerró el ejercicio con 687 millones de euros de facturación, un 19% menos. Los beneficios cayeron un contundente 85%, hasta los 4,7 millones de euros, según las cuentas de Gallés Office, que controla el 73,2% de la compañía. El resultado de explotación retrocedió un 75%, hasta los 20,1 millones de euros. Los administradores de la compañía indicaron que la contracción se debía, fundamentalmente, a la crisis del sector hostelero, canal de venta de referencia en el grupo.

En Galicia, la situación no fue muy distinta. El 2020, el grupo acometió una reestructuración societaria, de forma que Ingapan SLU absorbió a las sociedades Corporación Ingapan (anterior sociedad dominante del negocio gallego), Hornos Sanfiz e Ingapan Alta Cocina. Es por eso que los activos de la sociedad pasaron de 37,4 millones de euros a 91,1 millones el año del Covid y el patrimonio neto, de 20,3 a 66,1 millones.

Ingapan esquiva las pérdidas

No obstante, a pesar de esa reestructuración, la cifra de negocio pasó de 64,2 millones de euros a 47,9 millones de euros, un 25% menos. Indican los administradores de la compañía que, “las ventas de la sociedad, especialmente en el sector Horeca, se han visto afectadas por las restricciones en la restauración y en la movilidad en la gran mayoría de los países en los que operamos, especialmente durante los meses de marzo a mayo”.

Si bien Ingapan logró esquivar las pérdidas, el año de la pandemia, la sociedad registró un beneficio de poco más de un millón de euros, frente a los casi 24 registrados en 2019. No obstante, las cuentas de la sociedad de ese ejercicio estaban impactadas por el desembarco de Europastry, ya que, según apuntan, “en 2019 se generó un resultado extraordinario por importe de 18,9 millones por la venta de la rama de actividad a su sociedad dominante indirecta, Europastry”.

Debido a la situación de pandemia, Ingapan activó ERTEs en su plantilla que, a final de año, rondaba los 360 empleados según las cuentas remitidas al registro.

Ingapán
Imagen de archivo de la factoría de Ingapán en Lugo

Vuelta a cifras prepandémicas

En todo caso, tanto Ipasa como Ingapan dejan claro en sus memorias anuales que este 2021 podrían regresar a las cifras prepandémicas.

“La sociedad está plenamente consolidada en el sector, y para el ejercicio 2021 se espera una evolución positiva. Dependerá de la situación sanitaria, la velocidad de vacunación y las medidas que vayan tomando las autoridades gubernamentales para favorecer la movilidad”, explican los administradores de Sanbrandan.

En el caso de Ingapan, apuntan: “Para el ejercicio 2021 esperamos una paulatina recuperación del volumen de operaciones a medida que se vayan liberando las restricciones en restauración y movilidad. Con todo ello, esperamos obtener un crecimiento respecto al ejercicio 2020, alcanzando cifras similares a las de 2019”.

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