De la energía solar a la eólica: el ‘boom’ de las renovables juega a favor de Ferroatlántica en Sabón
La compañía, que ultima dos ppa para reiniciar su planta de Sabón, se aferra a un repunte de la demanda de silicio metal como el que produce en Galicia para las placas fotovoltaicas o las baterías de los coches eléctricos
Ferroatlántica se aferra al boom de las energías verdes para volver a la actividad en Sabón. La cúpula de Ferroglobe, su matriz, vaticina que la revolución energética que se cierne en Europa aportará un doble impulso a la compañía, tanto desde el punto de vista de la oferta (mediante la eólica) como de la demanda (gracias al avance de la fotovoltaica).
En el primer caso, las esperanzas de cara al reinicio de su factoría gallega giran en torno a la firma de los ansiados ppa (contratos de suministro de energía a largo plazo). La compañía acumula más de un año en negociaciones con grupos energéticos para suscribir un acuerdo que dote de un horizonte de precios estable a la factoría de Sabón.
Este proceso de conversaciones se asoma, según la propia Ferroglobe, a su fin después de anunciar que ultima dos acuerdos. “Estamos cerrando dos contratos de energía para varios años que nos permitirán acceder a energías 100% renovables a precios competitivos. Estos contratos reafirman nuestro compromiso con la energía limpia y aumentar nuestra producción en España», destacó el consejero delegado de Ferroglobe, Marco Levi, durante su presentación de resultados del primer trimestre.
La crisis energética
Ferroglobe ha expresado su disconformidad en numerosas ocasiones por los precios de la energía en España. Sus elevados costes en este apartado han provocado el apagón de sus tres factorías en el país (Sabón, Guarnizo y Monzón) desde el pasado verano (con la excepción de la cántabra, que encendió durante tres meses uno de sus hornos hasta su apagado hace dos semanas) y un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) que afectará a un máximo del 75% de la jornada de los trabajadores hasta final de año.
Tras este movimiento, Ferroglobe advirtió de la posibilidad de que fuesen factorías como la de Dunkerque (Francia) o Mo i Rana (Noruega) las que asumiesen carga de trabajo que en un principio habrían ido a parar a las fábricas españolas. Además, la compañía reinició a finales del año pasado su factoría sudafricana de Polokwane (dedicada al silicio metal, al igual que la de Sabón), que ahora ya tiene a sus tres hornos a pleno rendimiento.
“La instalación de Polokwane proporciona una fuente de silicio metal de bajo coste impulsada por tarifas de energía competitivas, una base de activos eficiente y una ubicación estratégica que puede atender a clientes en Europa, Estados Unidos, Medio Oriente y Asia”, alegó en su momento la compañía. Sobre este punto, Marco Levi destacó que se trata de una “instalación de menor costo que es estratégicamente importante ya que optimizamos nuestra producción geográficamente en respuesta a la crisis energética en Europa”.
En el caso de Europa y, mas en concreto, España, la compañía ha atravesado una tormenta perfecta. A la crisis energética se ha sumado un frenazo temporal en el volumen de pedidos que se ha hecho notar en su cuenta de resultados. En concreto, su cifra de negocio descendió desde los 715,3 millones de dólares logrados en el primer trimestre de 2022 hasta los 400,9 millones de este arranque de 2023.
Su beneficio neto también se resintió tras retroceder desde los 165,3 millones de dólares logrados en los tres primeros meses de 2022 hasta los 7,8 millones de dólares (7,1 millones de euros) entre los meses de enero y marzo de 2023.
Las oportunidades de la energía solar y las baterías de los coches
Sin embargo, desde la compañía han expresado sus esperanzas sobre una reactivación del mercado del silicio metal o las aleaciones de manganeso. «Esperamos alguna mejora en el segundo trimestre, continuando en la segunda mitad, en línea con nuestras estimaciones para 2023″, destacó Marco Levi durante la presentación de resultados.
Durante esta cita con los inversores, desde Ferroglobe destacaron que la compañía se encuentra «bien posicionada para capitalizar las previsiones de fuerte crecimiento ante las oportunidades con la energía solar y las baterías». Según apuntan, el silicio metal está «reemplazando cada vez más al grafito en las baterías de los coches eléctricos». Además, la producción de este silicio metal de alto grado de pureza se estaría desplazando a fuera de China, según Ferroglobe, abriendo una oportunidad de mercado con el que la firma pretende cerrar el círculo de unas renovables que tienen la llave para el reinicio de Sabón.