De Jevaso a Caamaño: luces y sombras de los proveedores de Inditex
Los despidos en Caamaño o Cándido Hermida, cuya actividad está vinculada a las tiendas de la multinacional, o los ERTEs de Top Wash, la ‘tintorería’ de Inditex, contrastan con los buenos resultados de Jevaso
Las restricciones impuestas para atajar el Covid-19 frenaron el crecimiento de Inditex, provocando una reacción en cadena en el grupo de proveedores que contrata la multinacional para desarrollar su actividad. El cierre de los comedores en la sede de Arteixo afectó a Sodexo, la contrata que los gestiona; Top Wash, dedicada a los acabados textiles y a la limpieza de ropa, encadenó ERTEs ante la caída de carga de trabajo; Caamaño y Cándido Hermida, también recurrieron a la suspensión temporal de empleo.
Todo entraba dentro de lo razonable ante el parón de una compañía que inyecta más de 4.000 millones en el conjunto de sus proveedores españoles, pero también mostraba un escenario de lo más peligroso, si se tiene en cuenta que Inditex también emprendió un proceso de reducción de la red de tiendas para concentrarse en la apertura de flagships, lo que podría afectar a algunos de sus históricos aliados.
Las cuentas de resultados, sin embargo, muestran año y medio después del estallido de la crisis un balance dispar entre los grandes proveedores de Inditex, con firmas como Jevaso mejorando sus beneficios mientras otras, como Caamaño, acumulaban números rojos.
De Jevaso a Top Wash
La tintorería de Inditex, Top Wash, presta servicios de limpieza y trabajos de alta especialización a la multinacional, como el desgastado de los vaqueros. Su facturación en el último ejercicio se desplomó, pasando de los 6,5 millones de 2019 a 3,6 millones en el año del Covid. Con base de operaciones en el polígono de Sabón, recurrió a los ERTE y a los préstamos ICO durante el pasado ejercicio, que cerró con pérdidas de más de 200.000 euros.
Una empresa de mayor tamaño, Jevaso, con 77 millones de facturación, siguió una trayectoria totalmente distinta. El grupo de Jesús Vázquez ofrece servicios integrales de fabricación de ropa, incluido el diseño o el patronaje, así como el almacenamiento, la distribución o las devoluciones. El año pasado logró unos beneficios de 7,6 millones, un 17% más en el año del Covid.
Turbulencias en históricos proveedores de Inditex
El impulso de Inditex en la comarca de A Coruña tiene su muestra más genuina en las pequeñas empresas que se convirtieron en multinacionales a fuerza de armar las tiendas para Amancio Ortega. Entre las firmas de confianza del fundador de la multinacional hay dos que se citan continuamente: Grupo Caamaño y Cándido Hermida. Ambas recurrieron al ERTE y ambas tuvieron un año de conflictividad por los despidos que aplicaron dentro del grupo.
Caamaño, propiedad de la vasca Kider, cerró el ejercicio pérdidas millonarias, si se tienen en cuenta los números rojos acumulados por cuatro filiales gallegas del grupo: Sistemas y Construcciones Alvedro (Syca), Muebles y Metales Especiales, Neograf Alvedro y Hydracorte. Solamente Caamaño Sistemas Metálicos logró acabar en positivo. En abril de este año, los sindicatos CCOO, UGT y CIG celebraron una manifestación de protesta frente a las instalaciones del grupo por los 26 despidos que planteó la dirección.
Una historia similar aconteció en Cándido Hermida, pues a pesar de recurrir al ERTE, también despidió a 23 trabajadores, provocando una movilización continuada de los afectados frente a las instalaciones del grupo. Los juicios por estos despidos comenzaron a celebrarse esta semana.
El rey de la logística
De los pequeños y medianos proveedores gallegos a las grandes multinacionales. XPO es el operador de referencia de Inditex para la gestión logística de su venta online, disparada desde la pandemia por los cierres de las tiendas físicas y por el propio impulso que dio la compañía a su ecommerce. El grupo norteamericano, que tiene su centro de referencia para Inditex en Marchamalo (Guadalajara), factura en España cerca de 800 millones y tiene a otras grandes multinacionales como clientes, como Carrefour, Danone, Nestlé o Primark.
En el ejercicio de la pandemia ingresó 16.252 millones de dólares, algo más de 13.500 millones de euros, lo que lo situó cerca de las cifras de Zara (14.129 millones en ventas). Aunque su facturación global tan solo descendió un 2,3%, sus beneficios se derrumbaron un 70%, quedándose en los 117 millones de dólares.