De Inditex a Megasa: las herederas de la gran empresa en Galicia se consolidan

En los últimos años, cada vez más, la gran empresa gallega habla en femenino. No solo por el aumento de ejecutivas en sus consejos de administración, también porque el relevo generacional familiar en las cúpulas de los grandes grupos de la comunidad lo lideran mujeres. La fotografía parece clara: en las próximas décadas, las grandes fortunas serán directivas.

El exponente más claro está en el universo Inditex. Sandra Ortega, la hija de Amancio Ortega y la fallecida Rosalía Mera, es poseedora de un 5% de las acciones de la cotizada. La ejecutiva, que no ocupa ningún puesto en el consejo de administración de la textil, pilota su fortuna a través de Rosp Corunna, el brazo inversor fundado por su madre a través del cual mantiene también participaciones en la biofarmacéutica Pharma Mar (5%) y en la hotelera Room Marte (31%), de Kike Sarasola. Esta es, sin duda, su apuesta más controvertida, ya que se ha convertido en el germen de sus desencuentros y demandas judiciales cruzadas contra quien fue su histórico número dos, José Leyte. Aunque Ortega Mera apuesta por abandonar esta inversión, su cartera patrimonial, al igual que la de su padre, también está regada de grandes apuestas inmobiliarias. Unos negocios que le han generado algún que otro quebradero de cabeza el año del Covid, debido, principalmente, al desempeño de sus hoteles y establecimientos turísticos en el mercado americano. A pesar de los últimos traspiés en el ladrillo, Sandra Ortega se alza en la actualidad con el título de segunda gran fortuna de España, solo superada por su progenitor, dueño del 60% de las acciones de la matriz de Zara.

Sandra Ortega, la gran fortuna ‘silenciosa’

Según el índice Forbes de ricos mundiales a tiempo real, ocupa la plaza número 372. La prestigiosa publicación le estima un patrimonio que roza los 6.400 millones de euros. Heredera de la fortuna de su madre, cuenta también con la sicav Soandres de Activos, cuyo patrimonio se redujo el pasado julio hasta los 250,5 millones de euros tras retirar algo más de 80 millones.

A Sandra Ortega, como a otras grandes fortunas gallegas, la caracteriza su discreción. Apenas existen en los medios un puñado de fotos de la hija de Rosalía Mera que, a pesar de su 5% en Inditex, no ocupa ningún cargo dentro de la empresa y que dedica su día a día a la Fundación Paideia, la obra social impulsada por su madre que, con sede en la coruñesa plaza de María Pita, se centra, entre otras líneas de actuación, en el trabajo a favor de la diversidad funcional y el fomento del empleo femenino. A pesar de esto, no es ajena a lo que ocurre en el corazón del gigante en Arteixo: al margen de su condición de accionistas significativa, su marido, Pablo Gómez, ocupa un cargo de responsabilidad allí.

La irrupción de Marta Ortega

La otra cara de la herencia de Inditex y el ejemplo más claro de la consolidación de las grandes herederas de Galicia la representa Marta Ortega, la hija de Amancio Ortega y Flora Pérez Marcote. Aunque su figura suscita desde hace años el interés de la prensa, hasta el momento, al igual que su padre y su hermana mayor, nunca había concedido una entrevista pública. Nunca hasta esta semana, en la que The Wall Street Journal, la llamada biblia del capitalismo, publicó una extensa entrevista en la que no se cierra a ocupar cargos de mayor responsabilidad en un futuro en la multinacional textil.

Desde hace años, la presencia mediática de Ortega Pérez ha crecido en medios y actos públicos, aunque siempre desde el silencio. No es extraño verla en las inauguraciones de tiendas de referencia del grupo (recientemente, por ejemplo, cuando se dio a conocer el nuevo modelo de tienda de Zara Home). Tampoco en actos de la Fundación Amancio Ortega, en donde forma parte de su patronato desde 2015. En el terreno administrativo, ocupa la vicepresidencia del consejo de Partler Participaciones, sociedad que gestiona un 9,8% de las acciones de Ortega Gaona en Inditex y que conforma la “unidad de decisión” del holding junto con las sociedades Pontegadea Inversiones y Pontegadea GB 2020, a través de la que conduce el patrimonio inmobiliario en Reino Unido.

Sin embargo, hasta la fecha, nunca había exhibido galones en Inditex. Ahora, lo ha hecho por todo lo alto.

Más peso en Inditex

Ortega Pérez ha hablado por primera de su visión de la multinacional gallega y de su papel en la misma. Por el momento, no ostenta ningún cargo de relevancia específico en la compañía, aunque su vinculación a la misma comenzó en 2007, cuando se incorporó a Zara para desempeñar tareas relacionadas con el área comercial y de producto, en donde trabaja de la mano de Bea Padín, la directora de Zara Woman.

Para muchos de los analistas habituales de la figura de Ortega, la entrevista a WSJ Magazine ha servido para posicionar a Marta como heredera en Inditex, con un perfil, quizás, similar al que ostenta Ortega, más centrado en las tiendas y el producto. “Siempre estaré donde la empresa más me necesite. Nunca sabes tu futuro y estoy abierta a él. Pero para ser honesta, me gustaría estar cerca del producto. Creo que eso es lo que siempre hizo mi padre”, dijo. Quizás, una declaración de intenciones.

Pablo Isla, el presidente del grupo, apuntó a que el papel de la hija del fundador será más relevante a medida que Inditex se centre más en la sostenibilidad.

En todo caso, fuentes próximas al gigante textil, indican que el artículo del magazine del The Wall Street Journal partió del propio medio. No obstante, la multinacional habría aprovechado para “humanizar” a través de Marta a la compañía en el territorio estadounidense, clave en su crecimiento futuro (la propia JP Morgan indicaba en un análisis esta semana que el mercado americano será uno de los que, previsiblemente, presenten un mejor comportamiento en los resultados del segundo trimestre fiscal del grupo).

De Adolfo Domínguez a Roberto Verino

Pero, al margen de las herederas del universo Inditex, otras ejecutivas destacan con fuerza en los últimos años en la empresa gallega y, especialmente, en las compañías textiles. El ejemplo más claro está en la compañía Adolfo Domínguez, capitaneada por Adriana Domínguez, directora general y CEO de la compañía ourensana. Además, a finales de 2019, el consejo de administración de la textil aprobó el nombramiento de Tiziana Domínguez, otra de las hijas del histórico modisto, como directora creativa del grupo.

Lo cierto es que la de los Domínguez es una saga familiar que ha sabido dar paso a la siguiente generación sin ningún trauma. Impulsada por su padre, Jesús Domínguez, la famosa enseña Bimba y Lola alcanzó el éxito de manos de Uxía y María Domínguez.

Otra textil que acaba de acometer un relevo generacional en femenino es Roberto Verino. El reconocido modisto gallego ha cedido el testigo a su hija, Cristina Mariño, nueva directora de marca del grupo, que tiene a Dora Casal como directora ejecutiva.

De Inveravante a Cortizo

Una de las caras más conocidas es la de Felipa Jove, actual vicepresidenta de Inveravante, la corporación levantada por su padre, el fallecido Manuel Jove. A lo largo de los años, Felipa ha combinado la gestión de la fundación que lleva el nombre de su hermana fallecida con el área corporativa e institucional de Inveravante, así como los servicios centrales del grupo. También ocupó un papel destacado en la segunda vida de la textil Caramelo. La suya es, sin duda, la cara más mediática dentro del imperio constructor tras la muerte de su padre. Su hermano, Manuel Ángel, fue responsable durante años del área patrimonial de Inveravante, que incluye la división hotelera, así como las nuevas oportunidades de negocio. Menos conocido públicamente que su hermana, asumió el pasado año la presidencia del grupo.

Coren, Cortizo y Leche Río

Destacan también otros casos como los de Raquel Cortizo Almeida o María Gómez-Franqueira. La primera, hija del fundador del grupo Cortizo, asumió en 2017 el cargo de directora general de la compañía. La segunda, nieta del fundador de Coren, ejerce como vicepresidenta de todo el grupo.

También ha ganado especial relevancia en los últimos tiempos en el empresariado gallego Carmen Lence quien, tras el fallecimiento de su padre, asumió la presidencia del grupo Lence Torres, así como de todas las compañías que se encuentran bajo su paraguas y que van desde Leche Río, hasta Transleche y Complejo San Cristóbal. Su trayectoria laboral siempre estuvo vinculada a la empresa, ya que fue directora de ventas de Leche Río.

Relevo en la industria

También la siguiente generación en la gran industria gallega tiene nombre de mujer. En la siderúrgica Megasa destaca la figura de Lucía Freire, hija de José Enrique Freire Arteta y a la que distintas voces señalan como la futura encargada de tomar las riendas del grupo. La directiva lleva años en la división comercial del grupo y en 2016 fue nombrada apoderada de Metalúrgica Galicia, brazo comercial de la firma.

En un grupo marcado por la absoluta discreción, en los últimos tiempos también ha emergido como rostro visible otra ejecutiva de la casa, María Montalvo Freire, nieta del fundador de Megasa y actualmente miembro del consejo de administración.