De Estrella Galicia a Heineken: Brasil atrae 900 millones de inversión en fábricas de cerveza
Heineken construye una nueva planta en Brasil, Hijos de Rivera levantará su primera fábrica y Ambev, el líder brasileño, anunció que destinará 300 millones a nuevas instalaciones para producir cerveza
Brasil produjo 14.100 millones de litros de cerveza en 2020, pero producirá muchos más en los próximos años. Al menos, tendrá fábricas para ello. El anuncio de Hijos de Rivera, la empresa gallega que produce y comercializa Estrella Galicia, de que destinará unos 300 millones de euros a levantar su primer centro de producción fuera de A Coruña, concretamente, en Araquara, en el estado de Sao Paulo, se suma a otros 600 millones más de inversión por parte de cerveceras para dotarse con nuevas fábricas en suelo brasileño.
No solo eso, sino que dos de los grandes grupos que operan en el país, Petrópolis y Ambev, estrenaron el año pasado nuevas plantas tras gastarse casi 300 millones entre las dos. El primero en Urebara, en Minas Gerais, donde levantó una planta de 108.000 metros cuadrados y con capacidad para producir 8,6 millones de hectolitros al año a la que destinó 189 millones. El segundo en Sete Lagoas, en el mismo estado, donde estrenó una fábrica de latas de 45.000 metros cuadrados.
Las grandes inversiones de las cerveceras cogen al país tratando de recuperarse del duro golpe del Covid, que provocó un retroceso del 4,1% del PIB en 2020, y de las dificultades económicas que precedieron a la pandemia, y que arrastra Brasil desde la última etapa de Dilma Rousseff.
Estrella Galicia y Ambev, las mayores inversiones
La primera fábrica de Estrella Galicia en el extranjero supondrá la mayor inversión de la historia del municipio de Araquara y la resolución de un viejo anhelo de Ignacio Rivera y su equipo, levantar una planta en Brasil, cerca del lugar donde nació la marca fundada por José María Rivera Corral, en Veracruz (México). La demora para hilvanar el proyecto fue el tiempo en que tardó en encontrar una ubicación adecuada que le garantizase agua con la suficiente calidad.
La puesta en marcha de la planta, cuya inauguración se prevé en 2023, contará con el apoyo de la administración brasileña a base de exenciones fiscales. La instalación servirá como punta de lanza para el crecimiento de Hijos de Rivera en América.
Solo otro grupo prevé una inversión de este calibre. Se trata de Ambev, el líder del mercado brasileño, que anticipó que destinará 300 millones de euros a nuevas instalaciones para producir cerveza en el país. El comunicado del grupo que envasa marcas como Skol, Brahma, Corona, Wals o Bohemia solo concretó que construirá una fábrica en el norte de Brasil y una maltería en el sureste, además de añadir líneas adicionales de producción a otros centros.
Ambev inauguró un año antes su fábrica de latas de Sete Lagoas, pero la creciente presión en el mercado, sobre todo por parte de Heineken, y su intención de reforzarse en cervezas premium, lleva al grupo a intensificar las inversiones.
Heineken se topa con el cráneo más antiguo de América
El grupo holandés Heineken es el principal competidor de Ambev en el mercado brasileño y está desarrollando un ambicioso plan de expansión, cuya parte más sustancial recae en la fábrica que comenzó a construir en la ciudad de Pedro Leopoldo, en Minas Gerais. Las instalaciones requieren de una inversión de 283 millones para ganar una capacidad de 760 millones de litros anuales.
La fábrica, la primera que construye Heineken en el país –adquirió las otras al engullir Brasil Kirin–, estaba en los cimientos cuando las obras se suspendieron. La ubicación del complejo ha disparado las alarmas entre los arqueólogos pues podría afectar a las grutas de Lapa Vermelha, el yacimiento arqueológico donde se halló el fósil de la mujer más antigua de América: Luzía. Las instalaciones que quiere levantar la cervecera holandesa están a un kilómetro de distancia del conjunto de cuevas donde se encontró el cráneo.
Las obras se pararon por recomendación del Instituto Chico Mendes para la Conservación de la Biodiversidad, que consideró que había graves errores en la concesión de la licencia ambiental. La empresa está esperando a que regularicen su situación para retomar la construcción, si bien la parálisis de su principal proyecto retrasará sus planes de expansión en Brasil.