Daurella deslocaliza a Europa del Este la central de Coca-Cola
La embotelladora comienza a trasladar de Londres a Bulgaria los departamentos de la empresa
La embotelladora europea Coca-Cola European Partners, presidida por la empresaria catalana Sol Daurella, ha comenzado a deslocalizar los departamentos de sus oficinas instaladas en Londres.
La mayor embotelladora independiente de de Coca-Cola busca recortar costes operativos, siete meses después de la fusión de las embotelladoras alemanas, francesas y españolas, una operación precisamente destinada a ahorrar unos 300 millones de euros a una compañía que comienza a sufrir un descenso sostenido en todo el mundo.
La embotelladora para Europa Occidental ha decidido comenzar el traslado de su departamento de contabilidad de Londres a Bulgaria, según han explicado a este diario fuentes cercanas a la compañía.
Coca-Cola no ha confirmado ni desmentido estos movimientos ni tampoco ha contestado a las preguntas de este diario.
Coca-Cola registró unos beneficios de 6.105 millones de euros en 2016, una cifra enorme, pero que no deja de preocupar a la compañía que acaba de relevar a su consejero delegado Muthar Kent por el incumplimiento de objetivos. El último dato de beneficio supone un retroceso del 11% con respecto al año anterior.
El primer paso
El traslado de las oficinas de contabilidad será el primer paso de la compañía para reducir costes en todos los departamentos de la sede central en Londres. Los países que conforman Coca-Cola European Partners (España, Andorra, Portugal, Alemania, Bélgica, Francia, Reino Unido, Holanda, Luxemburgo, Mónaco, Noruega y Suecia) conservarán delegaciones pero el grueso del trabajo se gestionará en Bulgaria.
A este traslado podrían añadirse otros departamentos de la empresa de las áreas de operación y recursos humanos, según las mismas fuentes, pero hasta ahora la compañía ha mantenido su intención de mantener la sede central en Londres.
Recortes en fábricas en Alemania
El proceso de ahorro millonario también prevé la eliminación de fábricas alemanas, en especial las del Este, con menor capacidad operativa que será absorbida por el resto de embotelladoras en Europa.
El plan de ahorros de coste también contempla la importación de bebidas desde las fábricas africanas bajo el control de Sol Daurella. Los bajos costes operativos justificarían el traslado desde el norte de África, pero la empresa todavía no ha decidido dar el paso que pudiera ocasionar un nuevo conflicto con los trabajadores europeos.
La compañía acoge una profunda preocupación por la ofensiva de los gobiernos de Europa Occidental contra las bebidas azucaradas. El gobierno español prepara una normativa que impondrá impuestos a este tipo de productos, tal como lo ha hecho Reino Unido.