Cupa, el gigante gallego de la pizarra, se entrega a Carlyle

Los accionistas aprueban la venta al fondo norteamericano; el equipo directivo se mantendrá al frente del grupo

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El capital extranjero vuelve a hacerse sitio entre las empresas punteras de Galicia. Este viernes le ha tocado el turno a Cupa, grupo líder en el negocio de la pizarra con una facturación anual que supera los 200 millones de euros.

La junta de accionistas de la compañía, que se celebró este viernes, ha aprobado la venta al fondo norteamericano Carlyle, que pasará a controlar el grupo en unos meses, una vez se formalice la operación.

La venta contará también con Abanca, que posee un 20% de la compañía. El otro 80% está en manos de los fundadores.

Se mantiene la directiva

El aterizaje de Carlyle implicará un cambio de propietario pero no, al menos a priori, de equipo directivo.

El consejero delegado, Javier Fernández, así como la actual cúpula de la pizarrera con sede en la comarca de Valdeorras, seguirán en la gestión de la compañía y podrían incluso tener una parte del capital en la nueva etapa.

Castigo durante la crisis

Cupa está fuertemente internacionalizada. Destina un 90% de su producción a la exportación. Carlyle le permitirá ganar solvencia financiera y, de paso, aliviar las tensiones contables derivadas de la deuda y de las fuertes pérdidas en las que incurrió durante la crisis.

Cupire Padesa, el holding sobre el que pivotan medio centenar de participadas del grupo, llegó a anotar números rojos por valor de 30 millones en 2012, para perder otros 5,8 millones al año siguiente.

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