Cuatro pruebas de frustración en Apple, Samsung y los chinos por la debacle colectiva
Los grandes fabricantes inundan el mercado mundial con móviles de los que no se pueden deshacer
¿Vale la pena comprar un nuevo teléfono inteligente para adoptar las últimas novedades tecnológicas? Los usuarios en todo el mundo parecen tener una respuesta mayoritaria: no. La percepción dominante es que, debido a la ausencia de grandes innovaciones, el teléfono actual aguantará meses o incluso hasta un par de años más sin necesidad de renovarlo.
Los fabricantes calcularon que las ventas seguirían su ritmo disparado desde los últimos años pero ha habido sorpresas desagradables desde diciembre pasado. El ritmo de crecimiento ha frenado en seco o incluso se ha detenido. Hay inquietud e incluso desesperación entre los fabricantes por el exceso de stocks en Asia, Europa y Estados Unidos.
La venta de teléfonos móviles ha decrecido este año el 1,6% en el mercado mundial, según la consultora Gartner. Éstas son cinco señales que demuestran la frustración colectiva entre los fabricantes de teléfonos.
1) Teléfonos por debajo del precio de coste
Los fabricantes chinos, entre ellos Huawei, ZTE y Xiaomi, han inundado los mercados europeos con teléfonos inteligentes a precios de saldo. Incluso algunos modelos de Xiaomi, uno de los fabricantes emergentes, se venden a precio de coste, según explican fuentes conocedoras de la distribución de teléfonos móviles en España.
¿La razón? Los stocks de los fabricantes se han quedado a rebosar después de una caída inesperada en la demanda del mercado chino. Ahora los fabricantes intentan deshacerse de cualquier manera de las unidades acumuladas en los almacenes.
2) Los dudosos teléfonos extremeños
Precisamente una de esas estrategias se enmarca en el último escándalo de la telefonía móvil nacional. Los supuestos fabricantes del móvil extremeño, Zetta, eran en realidad unos distribuidores que compraban los teléfonos Xiaomi a precio de saldo y reetiquetaban el producto como si hubiese sido producido en España, tal como ha denunciado un grupo de usuarios.
El caso, que ha indignado a la comunidad de usuarios, ha sido denunciado por la asociación de consumidores Facua ante la Fiscalía por un presunto caso de fraude. La Junta de Extremadura también anunció que iniciaría investigaciones a la empresa para determinar si, efectivamente, se trata de un falso teléfono español tuneado bajo la fabricación de Xiaomi.
3) La precipitación que terminó en explosión
La dura competencia por lanzar teléfonos con novedades ha hecho que Samsung se precipitara con el lanzamiento del Galaxy Note 7 que ha presentado numerosos casos de baterías incendiadas tras la explosión del teléfono móvil. La competencia sospecha que Samsung saltó varios pasos en el control de calidad y seguimiento del producto para no llegar tarde en la carrera por los últimos lanzamientos del año después de que Apple anunciase el iPhone 7 con capacidad para soportar salpicaduras y contacto con el agua.
4) Los sistemas operativos que matan al teléfono
El nuevo sistema operativo iOS 10 ha comenzado a dar problemas entre los usuarios de diez modelos de iPhone y iPads que adoptaron la nueva versión. Los sistemas operativos actualizados, aunque no aportan grandes novedades ni beneficios al usuario, sí tienen una consecuencia inmediata en los modelos más antiguos de las marcas: se comen la memoria, desgastan la batería y empujan al usuario a la compra de un modelo superior.
No es una táctica nueva pero si presiona al usuario a la compra de nuevos terminales. Es un abreboca para lo que vendrá en 2017. Entonces, según la consultora Gartner, el futuro iPhone, con una innovación de peso, impulsará las ventas. Mientras eso ocurre, habrá que vender teléfonos. Como sea.