Crisis energética: Showa Denko y Celsa resisten con Ferroatlántica parada y Alcoa bajo mínimos
La multinacional japonesa y el Grupo de los Rubiralta consiguen mantener el ritmo de producción de sus factorías en territorio gallego a pesar de la de desaceleración del mercado y el incremento del precio de suministros
Alberto Núñez Feijóo, en la visita a la planta de Showa Denko en A Coruña
El aumento del precio del gas y de la electricidad ha provocado que empresas del sector industrial hayan tomado medidas drásticas, como parones en la producción o expedientes de regulación de empleo (EREs o ERTEs), a la espera conseguir un contexto competitivo que les permita retomar la actividad. El escenario en Galicia es bastante dispar. Mientras compañías como Ferroatlántica y Alcoa han reducido su actividad por los elevados costes, llegando incluso al punto de pararla por completo, otras mantienen su ritmo habitual de producción.
Es el caso de Showa Denko. Según han confirmado fuentes de la compañía a Economía Digital Galicia, si bien han notado «una desaceleración en el mercado», por ahora «no está teniendo un impacto importante en su producción». Actualmente la multinacional japonesa mantiene su nivel de actividad aunque se muestran «expectantes» a la fluctuación de mercado y la evolución que pueda tener en los próximos meses.
La electrointensiva Celsa es otra de las empresas que sigue manteniendo el tipo, al menos en lo que a producción se refiere. Según fuentes sindicales, la planta de A Laracha mantiene por ahora la carga habitual de trabajo. Por el momento siguen fabricando «los siete días de la semana» y tienen previsión de continuar con la producción durante todas las jornadas del mes de septiembre.
Sin embargo, el incremento del coste energético también ha afectado directamente a su cuenta de resultados. La escalada en el precio de la electricidad ha provocado que los márgenes de la compañía se vean afectados ya que «no pueden derivar todo el incremento del precio de la energía en el producto final».
A diferencia de lo que ocurre con la factoría de A Coruña, otras plantas del grupo sí se han visto obligadas a hacer paradas algunos días de cada mes. Es el caso de la fábrica de Cantabria, dedicada al sector de la automoción, que ha tenido que programar parones en su producción pero no por el coste energético, sino debido a la crisis de los microchips.
Alcoa y Ferroatlántica, dos afectadas por el coste energético
En el lado opuesto a Showa Denko y Celsa se encuentra Alcoa. La multinacional ha reducido a la mitad la producción de la factoría de alúmina de Lugo debido al incremento del precio del gas natural, que recibe a través del gasoducto de A Mariña. El tijeretazo en la alúmina se suma al parón de la fábrica de aluminio de San Cibrao, que se prolongará hasta 2024.
El grupo de Roy Harvey ha comunicado este martes que disminuirá una tercera parte la capacidad de una de sus plantas en Noruega debido al elevado precio de la energía y para esperar que entre en funcionamiento un acuerdo de suministro con Statkraft que permitirá abaratar costes.
Ferroatlántica, por su parte, paró el pasado mes de julio la producción del último de los tres hornos que tenía en funcionamiento en Sabón (Arteixo). El incremento del coste energético obligó a la compañía a plantear un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) para sus factorías de A Coruña y de Santander.
«Los altos costes energéticos que afectan gravemente a la competitividad de las fábricas hacen insostenible mantener operativas al 100 % estas dos plantas de Ferroglobe en España», afirmaron fuentes sindicales tras el anuncio del paro del último horno operativo de la fábrica de Arteixo.
Este martes también ArcelorMittal comunicó que no reanudará de momento su actividad en la acería de Sestao tras las vacaciones de verano debido las condiciones adversas del mercado. Aludía a un descenso de la demanda de acero en previsión de una crisis económica; a las importaciones de fuera de la Unión Europea y a un precio muy elevado.
