Crisis en la ‘fábrica portuguesa’ de Inditex, Lonia y Bimba y Lola por la factura de la luz
La patronal del textil luso, gran proveedor de las multinacionales de la moda, advierte que hay empresas que piensan en cerrar debido al coste de la energía, que ha encarecido el producto final entre un 20% y un 30%
La crisis energética pasa factura al textil portugués, una de las grandes fábricas de las multinacionales de la moda, con multitud de empresas que se asientan fundamentalmente en el norte del país y que sostienen decenas de miles empleos. Inditex, Textil Lonia o Bimba y Lola, los tres mayores grupos de moda de Galicia, se abastecen en esta red de proveedores, al igual que Mango, Tendam o H&M, por poner algunos ejemplos.
Todavía renqueantes del duro golpe del Covid a todo el sector, el incremento de costes de los combustibles, el gas o la electricidad ha hecho saltar las alarmas de nuevo. Tan fuerte suenan que el presidente de la Associação Têxtil e Vestuàrio de Portugal (ATP), la entidad que impulsa junto a Cointenga la plataforma conjunta entre las empresas gallegas y del norte de Portugal, ha advertido que parte de sus asociados ya valoran bajar la persiana al no poder hacer frente a la escalada de precios.
Mario Jorge Machado ha ido más allá y ha escrito una carta al ministro de Economía luso, Pedro Siza Vieira, para reclamar medidas de apoyo a las empresas ante la crisis energética, fundamentalmente en materia de impuestos.
En declaraciones a Jornal-T, Machado detalló que los subsectores de costura, tintorería y acabados están siendo de los más damnificados. “Tengo asociados que están planteando cerrar las empresas porque no consiguen traspasar el aumento de precios de la energía a sus clientes”, insistió el presidente de ATP en declaraciones a ECO Sapo.
Perder competitividad o dinero
En tres meses, el precio del gas, que se utiliza por ejemplo en los tintados, se multiplicó por cinco; y el de los combustibles un 50%, lo que afecta a los transportes. Según los datos que maneja la patronal, el precio de la electricidad ronda los 200 euros Mw/hora, frente a los 50 euros de los países escandinavos o los 70 euros de Alemania.
La conclusión es sencilla: el producto final se está encareciendo entre un 20% y un 30%. Repercutirlo sobre el precio conlleva una pérdida de competitividad frente a multinacionales que tienen capacidad para cambiar sus puntos de suministro; y no hacerlo pone en riesgo la viabilidad de las empresas.
El contexto actual tampoco permite beneficiarse de un eventual desvío de carga de trabajo de China si llegara a producirse, pues el gigante asiático también atraviesa una dura crisis energética, con apagones y cortes de producción.
El año pasado, Inditex compró a 158 proveedores de Portugal, un número más elevado que en Marruecos, India o Bangladesh.