Cortizo, la otra cara del aluminio: récord histórico de ventas y casi 90 millones de beneficio

La del rey del aluminio es una monarquía sólida. Las turbulencias que vive Alcoa en España año tras año pasan de largo por Padrón, donde el grupo fundado por José Manuel Cortizo Soñora parece inmune al Covid, a la inflación o al alto precio de la energía. Bien es cierto que su modelo de negocio no es el aluminio primario de la multinacional norteamericana, sino que orbita en la capacidad para cerrar el ciclo de producción y ofrecer soluciones especializadas. A pesar de todas las diferencias, llama la atención el gran crecimiento de Grupo Cortizo mientras Alcoa congela su producción en la planta de San Cibrao, parada hasta 2024.

La compañía de Padrón cerró el ejercicio con un resultado de explotación de 104 millones y unos beneficios de 89,4 millones, un 52,5% más que en 2020. El patrimonio neto del grupo se elevó hasta los 422 millones, 90 más, y los activos rozan los 700 millones para una empresa que está ejecutando las importantes inversiones de su plan 2021-2025, con el que pretende triplicar su capacidad de producción en PVC.

Según consta en las cuentas consolidadas de Cortizo Cartera, la cifra de negocio alcanzó los 696 millones en 2021, un avance del 48,56% en las ventas de aluminio y pvc, que constituyen el 98% de los ingresos. Medido al peso, el grupo alcanzó las 115.000 toneladas comercializadas, frente a las 89.800 del año anterior o las 86.600 de 2019.

Si la empresa hubo de aplicar un ERTE a 186 empleados durante el Covid y ejecutar más de 300 despidos «indemnizados», a cierre de 2021 factura más, gana más y tiene más plantilla que en 2019, antes de la crisis sanitaria. Concretamente, la facturación es un 47% mayor y la plantilla media alcanza los 2.443 trabajadores, 300 más que hace dos años.

«A 31 de diciembre de 2020 el nivel de empleo volvió a niveles similares a antes de la crisis, incrementándose más significativamente en 2021 tras mejorar las perspectivas y un mayor consumo que generó una reactivación importante en las industrias», señala la empresa en su estado de información no financiera (EINF).

Más peso del mercado exterior

La internacionalización se antoja un factor clave en la resiliencia del grupo. Solamente el 40% de sus ingresos proceden del mercado español, mientras que el 58% se reparte entre distintos países europeos y otro pequeño porcentaje en América. Cortizo tiene centros de producción en Polonia, Eslovaquia y Francia; 31 delegaciones en suelo europeo y presencia en 60 países.

De las filiales en el exterior de la compañía, solo Nelcort Hungary presentó un resultado de explotación negativo, que ascendió a 98.676 euros. Cortizo Slovakia ganó más de 8 millones; Cortizo SP Zoo, filial polaca, obtuvo un resultado positivo de 7,4 millones; Cortizo France, de 707.000 euros; Cortizo Romanía rozó el millón en beneficios; y Aluminios Cortizo Portugal superó los 2 millones. En Rumanía, Portugal y Croacia el grupo tiene centros logísticos. Otras dos filiales comerciales, Cortizo UK y Stac México, no consolidaron en el grupo.

Las inversiones de Cortizo

En 2021, el director general de arquitectura, Daniel Lainz, y el gerente de Cortizo PVC, Estanislao Suárez, presentaron el plan de expansión de la compañía, con una inversión prevista de 51 millones hasta 2025 en PVC. El proyecto concluirá en su primera fase este año mediante la incorporación de seis nuevas líneas de extrusión. En Padrón también estaba concluyendo la ampliación de capacidad con naves de aproximadamente 23.000 m2 para añadir dos prensas, una planta de lacado horizontal y vertical y líneas de embalaje, ensamblado y plastificado.

Cortizo también está invirtiendo en nuevas naves en su fábrica de Ciudad Real mientras que concluyó el año pasado la instalación de un almacén automático y una planta de lacado en su nave de Cervera. «Una de las claves de la posición adquirida, es la constante vocación de reinversión. De esta forma cabría decir que, desde siempre y especialmente en la última década, el grupo se encuentra inmerso en un ambicioso y continuo proceso de inversión que apoye la expansión internacional y nuestra capacidad de producción», dice el grupo.

Sin miedo a la inflación

Cortizo tenía una deuda financiera a cierre de ejercicio de 40,2 millones, a la que habría que sumar otros 42,4 millones de los pagos pendientes por leasing. Los fondos propios ascendían a 409 millones, por lo que no parece un excesivo problema.

Además, el grupo tiene el convencimiento de que continuará creciendo y generará mayores beneficios. «El objetivo para el año 2022, considerando la pandemia sanitaria sufrida en 2020 y que continuó durante 2021, y la crisis de precios e incluso de cierta escasez de algunas materias primas motivada por la invasión rusa de Ucrania a partir del 24 de febrero de 2022, es superar las cifras de negocio de 2021 a nivel grupo y seguir potenciando el mercado exterior y sosteniendo buena parte de la inversión. No se prevén grandes riesgos o incertidumbres sobre los negocios del grupo, distintos de los ya comentados (Covid, inflación y guerra en Ucrania), aunque la realidad es que el mercado y la economía global siguen afectados por la pandemia, aspecto de envergadura por sí solo», explica en su informe de gestión.

Y añade Cortizo: «El grupo está afrontando y seguirá apostando por ampliaciones de sus capacidades productivas en sus principales fábricas, nacionales y extranjeras, lo que permitirá afrontar la potencial demanda creciente que espera seguir teniendo a nivel de grupo en los próximos años, superado el impacto de la pandemia, aspecto que a su vez permitirá seguir incrementando el nivel de beneficios y el efecto positivo que esto supone para los entornos donde desarrollamos nuestra actividad económica».