Copasa compra y se hace con el 50% de la Autovía da Costa da Morte
La constructora ourensana paga 8,3 millones por el 10% y toma el control de la concesionaria al superar la mitad del capital
La constructora ourensana Copasa ha desembolsado 8,3 millones para comprar un 10% de la concesionaria de la Autovía da Costa da Morte, un vial que prometió Manuel Fraga como compensación a la catástrofe del Prestige pero que todavía no está terminado. Alberto Núñez Feijóo inauguró 27 kilómetros de carretera en 2016 que tardó ocho años en construir y prometió que ampliaría la autovía, cuyo trazado original alcanzaba los 42 kilómetros.
Dos años después de abrir al tráfico, Copasa se hace fuerte en el accionariado. El grupo que preside José Luis Suárez comunicó al MARF que “en el año 2018 ha comprado participaciones sociales por un total del 10,0004% del capital social”, por lo que acumula algo más del 50% de la concesionaria, en la que también están otras tres constructoras: Taboada y Ramos, Covsa y Civis Corporation, compañía con sede en Barcelona.
Los 8,3 millones de la operación valoran el 100% de la concesionaria en 83 millones de euros.
Copasa se refuerza, CRC se marcha
La adquisición coincide en el tiempo con la salida del consejo de CRC, filial gallega de Civis Corporation, tras vender el 10% que controlaba en el accionariado. Este medio, cuando avanzó la información el 29 de enero, preguntó a Copasa si había comprado el 10% de la concesionaria de la autovía en manos de CRC. La constructora fue incapaz de responder en dos meses, aunque todo apunta a que efectivamente se hizo con el 10% de la empresa de Ordes.
Civis Corporation continuaría igualmente en el accionariado pues contaba con otro 10% del vial a través de otra filial, la empresa Serveis Integrals de Manteniment Rubatec.
Los socios de la autovía se mantienen
Los socios de la concesionaria quedaron conformados tras la tercera licitación que emprendió la Xunta, pues el Gobierno de Feijóo anuló dos concursos. En 2011, el contrato fue adjudicado definitivamente a una UTE conformada por Copasa, Taboada y Ramos, Covsa y CRC por 745 millones.
La estructura accionarial de la concesionaria repartía un 40% del capital para Copasa y los 20% restantes entre el resto de integrantes de la UTE. Los socios se han mantenido estables desde entonces en la concesión por 25 años del vial de peaje en sombra. Rubatec aterrizó en la Autovía da Costa da Morte a través de una venta entre empresas del mismo grupo, pues fue CRC, también filial de Civis Corporation, quien le traspasó un 10% de su participación en 2016. El otro 10% ha acabado, aparentemente, en manos de Copasa, aunque ninguna de las dos constructoras ha confirmado la operación.