Compraventas compulsivas de acciones de EiDF por sus directivos en los meses previos a la crisis
El fundador de EiDF y tres consejeros estuvieron detrás de una de cada 50 operaciones de compraventa de acciones de la compañía desde que arrancó el año
La cúpula de EiDF exprimió las acciones de la compañía meses antes de su choque con PwC por las cuentas del año pasado. Según se desprende de los registros del BME Growth, índice en el que la empresa cotiza desde verano de 2021, da cuenta de un total de un total de 112.636 operaciones de compra y venta por parte de sus consejeros.
La mayor parte de estos movimientos fueron efectuados por el propio consejero, fundador y máximo accionista de EiDF. Y es que Fernando Romero vendió 64.699 acciones y compró otras 37.966 en el mes de enero después de que la firma cerrase 2022 como líder en revalorización de toda la bolsa española tras elevar su capitalización bursátil en un 470%.
A estas operaciones se suman las efectuadas por Siridion. La sociedad propiedad del consejero Joan Gelonch se desprendió de un total de 500 acciones el pasado mes de enero. Gelonch fue, junto a Enrique Pérez-Hernández y Ruiz-Falcó, una de las dos personas escogidas para EiDF para elevar su consejo de administración desde los seis hasta los ocho miembros.
La medida fue aprobada en la junta general ordinaria de accionistas del pasado mes de septiembre. En esta reunión también se acordó una ampliación del capital social para preparar el ascenso de la compañía al Mercado Continuo, así como un split para que cada acción se dividiese en diez con el objetivo de elevar su volumen de contratación.
Así se movieron las acciones de EiDF en el mercado
Según los datos de BME Growth, fueron 5,56 los millones de acciones de EiDF que cambiaron de manos entre el arranque del año y la suspensión en bolsa que dictó la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) el pasado 14 de abril. Con estas operaciones se movieron un total de 158,8 millones de euros, prácticamente la mitad respecto a los 302,1 millones registrados a lo largo de 2022.
De esta forma, los miembros del consejo de administración de EiDF, que hicieron compraventa con un total de 112.636 acciones de la compañía habrían estado detrás del 2% del total de movimientos. A Fernando Romero y Joan Gelonch se sumaban el consejero Bruno Díaz a través de la consultora canaria Sigma Energy Consulting y Memento Gestión.
El primero, que ha acompañado a la empresa durante toda su andadura en el antiguo Mercado Alternativo Bursátil (MAB), adquirió un total de 6.845 acciones en cuatro tandas. La última de ellas se realizó a mediados del pasado mes de marzo.
A vueltas con las comercializadoras
En el caso de Memento Gestión, por su parte, la compra se efectuó el pasado mes de enero y ascendió a un total de 1.000 acciones. Mediante esta operación, la sociedad gana más peso en el capital de una EiDF en la que ya ejerce de tercer máximo accionista. En concreto, esta compañía maneja ahora mismo una participación del 6,63%, porcentaje tan solo superado por el 72,16% de Prosol Energía (capitaneada por el propio Fernando Romero) y el 7,61% de Mass Investments, sociedad controlada por Alejandro Alorda Derksen.
Su aterrizaje en el capital de la energética gallega se produjo después de que esta pusiese a ODF en la diana para proseguir con su proceso de expansión. Fue en 2021 cuando EiDF puso sobre la mesa 30 millones de euros para hacerse con esta comercializadora que contaba por aquel momento con 40.000 clientes y 700 gigavatios/hora bajo gestión en el negocio de la luz y 400 en el del gas. Como parte de este acuerdo, Memento Gestión cedía el control de ODF a EiDF, pero, a cambio, sellaba el desembarco en su accionariado.
Precisamente ODF y otra comercializadora como Nagini han desencadenado la crisis de EiDF con su auditor que se ha saldado con su suspensión temporal en el parqué. Según ha podido saber Economía Digital Galicia, las discrepancias de PwC en torno a la valoración asignada a estas sociedades que EiDF ha incorporado recientemente a su perímetro han provocado la negativa de la propia auditora a firmas las cuentas del año pasado.
La firma con sede en el concello pontevedrés de Barro ya ha anunciado que no llegará a tiempo para formular sus cuentas antes del 30 de abril, la fecha límite fijada en el calendario para efectuar este trámite.